Identifican una posible causa oculta de demencia y cómo curarla

Descubren que la fuga de líquido cefalorraquídeo puede ser una causa hata ahora desconocida de la variante más común de demencia frontotemporal (ahora sin cura), y que detectando su origen podría solucionarse con cirugía la flacidez cerebral y sus síntomas asociados.
Anciano con síntomas de demencia

27/01/2023

La demencia frontotemporal de variante conductual (DFTvc) es un tipo de demencia –una de las más comunes en menores de 60 años– que actualmente no tiene cura, y a medida que progresa la enfermedad los afectados experimentan alteraciones cognitivas, de la personalidad y conductuales que les impiden llevar una vida normal. Ahora, sin embargo, investigadores del Cedars Sinai han descubierto una posible causa de esta demencia que no se conocía: una fuga de líquido cefalorraquídeo que sí se podría tratar si se detecta su origen, lo que ofrece una gran esperanza a algunos de estos pacientes. Sus hallazgos se han publicado en Alzheimer's & Dementia: Translational Research and Clinical Interventions.

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“Si tienen una variante conductual de la demencia frontotemporal con una causa desconocida, entonces actualmente no hay tratamiento disponible. Pero nuestro estudio muestra que los pacientes con fugas de líquido cefalorraquídeo pueden curarse si podemos encontrar el origen de la fuga”, ha explicado el Dr. Wouter Schievink, director del Programa de neurocirugía microvascular y fuga de líquido cefalorraquídeo y profesor de neurocirugía en Cedars-Sinai.

El líquido cefalorraquídeo (LCR) circula en el interior del cerebro y la médula espinal y protege a estos órganos frente a lesiones, pero cuando se filtra en el cuerpo, el cerebro puede debilitarse y aparecer los síntomas de demencia. Aunque la flacidez cerebral se puede detectar mediante una resonancia magnética, Schievink advierte que muchos pacientes no están diagnosticados, por lo que recomienda a los médicos que revisen de nuevo la resonancia magnética de aquellos que manifiesten síntomas para “asegurarse de que no haya evidencia de flacidez cerebral”.

Cuando las fístulas venosas del LCR se cerraron quirúrgicamente la flacidez cerebral y los síntomas de demencia frontotemporal de los nueve pacientes desaparecieron por completo

Otros síntomas que pueden alertar de este problema son dolores de cabeza intensos que se alivian cuando el paciente se acuesta, somnolencia excesiva incluso aunque se haya dormido bien por la noche, y antecedentes médicos como si al paciente se le ha diagnosticado alguna vez una malformación cerebral de Chiari, una afección en la que el tejido cerebral se extiende hacia la columna vertebral.

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Detectar el origen de la fuga del líquido cefalorraquídeo

El problema es que, incluso aunque se detecte la flacidez del cerebro, puede ser difícil identificar la fuente de una fuga de LCR. Si la filtración del líquido se produce a través de un desgarro o un quiste en la membrana circundante, se puede ver en las imágenes de mielografía por TC utilizando un medio de contraste.

Schievink y su equipo descubrieron otra causa de fuga de LCR: la fístula venosa de LCR. En estos casos, el líquido se filtra en una vena, por lo que es difícil captarlo con un mielograma de TC de rutina y los técnicos tienen que usar una tomografía computarizada especializada y observar el medio de contraste en movimiento a medida que fluye a través del líquido cefalorraquídeo para poder detectar estas fugas.

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Los autores del nuevo estudio emplearon esta técnica de diagnóstico por imágenes en 21 pacientes con flacidez cerebral y síntomas de DFTvc, y descubrieron fístulas venosas del LCR en nueve de ellos. Cuando las fístulas de estos nueve pacientes se cerraron quirúrgicamente, se comprobó que la flacidez cerebral y los síntomas de la demencia desaparecieron por completo.

En el caso de los otros 12 participantes no fue posible identificar el origen de sus fugas por lo que se les administraron terapias no dirigidas destinadas a aliviar la flacidez del cerebro, como sistemas implantables para infundir LCR al paciente, pero solo tres de ellos experimentaron una mejoría de sus síntomas.

“Hemos desarrollado tratamientos no dirigidos para pacientes en los que no se puede detectar ninguna fuga, pero como muestra nuestro estudio, estos tratamientos son mucho menos efectivos que la corrección quirúrgica dirigida de la fuga”, ha declarado Schievink, que considera que “es necesario realizar grandes esfuerzos para mejorar la tasa de detección de fugas de LCR en estos pacientes”.

Actualizado: 28 de enero de 2023

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