La estimulación intelectual puede reducir los síntomas del Huntington
13/12/2024
La enfermedad de Huntington es un trastorno neurodegenerativo de origen genético que generalmente se manifiesta alrededor de los 40 años. Se caracteriza por una degeneración neuronal progresiva que desencadena alteraciones motoras, cognitivas y psiquiátricas, lo que provoca una importante discapacidad en los pacientes. A pesar de que se conoce su causa genética y existen pruebas que permiten identificar a los portadores antes de que experimenten los síntomas, no hay cura para la enfermedad.
Se ha demostrado que tener un estilo de vida intelectualmente estimulante no solo reduce la gravedad de los déficits cognitivos en pacientes con enfermedad de Huntington, sino que también ralentiza su progresión. Ahora, un nuevo estudio liderado por científicos del grupo de Cognición y Plasticidad Cerebral del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) ha encontrado que estos beneficios se extienden a otros ámbitos de la enfermedad, como los síntomas motores y psiquiátricos, y no solo a los cognitivos.
La reserva cognitiva protege a los pacientes de Huntington
Un equipo de investigadores del IDIBELL y de la Universidad de Barcelona (UB), en colaboración con otros centros catalanes ha descubierto que un estilo de vida intelectualmente activo, o lo que se conoce como reserva cognitiva, tiene un efecto protector en la progresión y gravedad de los tres tipos de síntomas de la enfermedad de Huntington.
Hace años, el mismo grupo había comprobado que este estilo de vida proporcionaba beneficios en la sintomatología cognitiva, pero en el nuevo estudio publicado en Scientific Reports demuestran la transferencia de estos efectos a los otros dos dominios clínicos de los pacientes de Huntington: el motor y el psiquiátrico.
Para ello, la investigadora predoctoral Audrey De Paepe y otros investigadores liderados por la Dra. Estela Camara evaluaron la reserva cognitiva de un grupo de pacientes, a través de factores como el nivel de educación, la ocupación profesional, los cursos académicos y musicales, el número de idiomas, la actividad lectora o la frecuencia con la que se participaba en juegos intelectualmente complejos como el ajedrez.
Los pacientes de Huntington pueden emplear ciertas estrategias preventivas para tratar de disminuir o retrasar potencialmente la progresión de la enfermedad, incluso antes del diagnóstico
Esta información se completó con pruebas de neuroimagen en relación con la actividad intelectual desarrollada a lo largo de la vida. También se realizaron modelos para ver si existían diferencias en los síntomas típicos de la enfermedad según el estilo de vida cognitivo de los participantes.
Los resultados han confirmado que una mayor actividad mental a lo largo de la vida es un factor protector frente a la neurodegeneración, permitiendo mantener un buen estado cerebral durante más tiempo. En los pacientes de Huntington, esto parece traducirse en una aparición más tardía de los síntomas de deterioro cognitivo, motor y psiquiátrico, posiblemente debido a un menor daño cerebral. Probablemente esto permitiría entender parte de las diferencias que se habían encontrado en la trayectoria clínica de los afectados por esta enfermedad.
Por lo tanto, esta investigación tiene significativas implicaciones para el manejo de la enfermedad de Huntington, ya que demuestra que los pacientes pueden emplear ciertas estrategias preventivas para tratar de disminuir o retrasar potencialmente la progresión de la enfermedad (incluso antes del diagnóstico). Además, pone de relieve la importancia de mantener una buena salud cerebral a través de un estilo de vida cognitivamente activo, que no sólo resulta beneficioso para los pacientes de enfermedades neurodegenerativas, sino también para la población general.
Fuente: IDIBELL Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge
Actualizado: 13 de diciembre de 2024