La FDA advierte del riesgo del rejuvenecimiento vaginal por láser
07/08/2018
La Agencia de Alimentación y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha advertido de que la seguridad y eficacia de los dispositivos láser que se emplean para rejuvenecer la vagina sin necesidad de recurrir a la cirugía no han sido comprobadas, y que este tratamiento no solo no cumple las expectativas generadas, sino que puede causar efectos secundarios adversos.
El láser se utiliza habitualmente desde hace décadas para eliminar verrugas genitales o condilomas, e incluso para tratar lesiones cancerosas en el aparato genital, pero desde hace unos años su uso se ha extendido a otro tipo de intervenciones como el rejuvenecimiento vaginal para combatir trastornos que experimentan las mujeres tras la menopausia, como la atrofia vaginal –que provoca dolor al mantener relaciones sexuales, entre otros síntomas– o la incontinencia urinaria.
La FDA ha recibido quejas de un mínimo de 14 mujeres que sufrieron dolor y quemaduras tras someterse a una terapia con láser para rejuvenecer la vagina
El objetivo del tratamiento con láser era resolver estos problemas al lograr que el tejido vaginal elaborase más colágeno, mejorando así la elasticidad de una zona que se había deteriorado a consecuencia de las alteraciones hormonales o los partos. Sin embargo, y después de que la FDA recibiera quejas de un mínimo de 14 mujeres que sufrieron dolor y quemaduras tras someterse a esta terapia, Scott Gottlieb, director de la agencia, ha explicado que el uso del láser para estos fines no cuenta con la suficiente evidencia científica, y supone un grave riesgo para la salud femenina.
El láser, solo cuando esté indicado
Las agresivas campañas publicitarias que se han encargado de promocionar la aplicación del láser en estética genital, y el uso de estos dispositivos por parte de personal no cualificado, o en pacientes para los que no esté estrictamente indicado, son las causas a las que, en opinión de algunos expertos, se podrían atribuir las consecuencias negativas referidas.
De hecho, desde la Sociedad Española de Menopausia han señalado que los resultados de estudio recientes, la mayoría de los cuales se han llevado a cabo en Europa, respaldan la seguridad de este tipo de tratamiento en los casos en los que "la indicación y actuación del profesional sean correctas". Aunque los especialistas también reconocen que un uso inadecuado puede provocar efectos secundarios como quemaduras, cicatrices, u otras lesiones.
Actualizado: 4 de mayo de 2023