Los sofocos nocturnos podrían ser un signo precoz de alzhéimer

Actualmente, alrededor de 55 millones de personas viven con demencia, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señala que el 60-70% de estos casos se deben al alzhéimer. Según la OMS la demencia perjudica de manera desproporcionada a las mujeres, no solo porque ellas desarrollan con más frecuencia esta enfermedad, sino también porque suelen ser las cuidadoras de otras personas que la sufren.

Un nuevo estudio que se presentará durante la Reunión Anual de 2023 de la Sociedad de Menopausia en Filadelfia del 27 al 30 de septiembre ha revelado un dato que podría explicar por qué las mujeres son más propensas a padecer enfermedad de Alzheimer (EA) y que, además, se consideraría un indicador temprano del mayor riesgo de que una mujer sufra esta patología degenerativa: los sofocos que experimentan las mujeres durante la transición a la menopausia, sobre todo cuando se producen durante el sueño.

La Dra. Rebecca Thurston, directora de Salud Bioconductual de la Mujer de la Universidad de Pittsburgh, y la Dra. Pauline Maki, profesora de Psiquiatría de la Universidad de Illinois en Chicago, dirigieron el estudio, cuyos resultados concluyeron que los sofocos experimentados durante el sueño pueden ser un marcador de mujeres en riesgo de demencia por EA. Además, un mayor número de sofocos durante el sueño se asoció con una mayor probabilidad de padecer alzhéimer.

“Es importante que aprendamos tanto como sea posible sobre las posibles causas y señales de advertencia [del alzhéimer] para que podamos ser proactivos antes del inicio de esta demencia”

“Entre otras cosas, estos hallazgos indican que en el caso de las mujeres que experimentan sofocos frecuentes, particularmente durante el sueño, estaría justificado adoptar medidas para reducir el riesgo de demencia por alzhéimer”, ha declarado la Dra. Thurston en una nota de prensa de la Sociedad de Menopausia.

Síntomas de la menopausia asociados al alzhéimer

Las mujeres, explican estos científicos, representan dos tercios de las personas con alzhéimer y existen varias teorías sobre las razones de ello. Muchos expertos lo atribuyen a la disminución de los niveles de estrógeno que se producen durante la transición a la menopausia, y estudios anteriores han relacionado uno de los síntomas más comunes de la menopausia (los sofocos) con un peor rendimiento de la memoria y con alteraciones en la estructura, función y conectividad del cerebro. Sin embargo, se desconoce si los sofocos están asociados con los biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer.

Avances científicos en el diagnóstico precoz del alzhéimer incluyen el desarrollo de biomarcadores sanguíneos de esta demencia, que han demostrado ser especialmente útiles para evaluar el riesgo de sufrir la enfermedad décadas antes de su aparición. Estos biomarcadores se utilizaron como parte del nuevo estudio en el que participaron casi 250 mujeres de mediana edad, y cuyo objetivo fue determinar si los sofocos evaluados objetivamente se asocian con perfiles adversos de biomarcadores de EA.

Los investigadores monitorearon la frecuencia de los sofocos en las participantes mediante sensores portátiles que medían la temperatura externa de la piel. Posteriormente, cruzaron los datos de esta medición con la presencia de otros biomarcadores conocidos que sirven como indicadores del riesgo de padecer alzhéimer. Los hallazgos mostraron una robusta asociación entre la frecuencia de los sofocos y el aumento de las hiperintensidades en la materia blanca, un signo claro de enfermedad de los vasos sanguíneos en el cerebro.

“Dado el efecto adverso sobre la calidad de vida y la carga económica de la EA, es importante que aprendamos tanto como sea posible sobre las posibles causas y señales de advertencia para que podamos ser proactivos antes del inicio de esta demencia”, destaca la Dra. Stephanie Faubion, directora médica de The Menopause Society, que añade que “este estudio subraya la necesidad de diálogos abiertos y continuos entre los pacientes y sus profesionales sanitarios para que se puedan considerar cuidadosamente todas las opciones de tratamiento”.