Mantener una gran reserva cognitiva puede retrasar o prevenir la demencia
31/05/2024
La flexibilidad del cerebro y su capacidad para afrontar la pérdida de neuronas u otras lesiones se denomina reserva cognitiva y es clave para la salud cerebral, como ha confirmado una nueva investigación que incluye un seguimiento de los participantes durante 15 años. El estudio ha sido realizado por investigadores del Centro de Investigación sobre el Envejecimiento (ARC) del Instituto Karolinska y sus hallazgos sugieren que una reserva cognitiva de por vida ayuda a mantener la salud cognitiva en la vejez al retrasar la transición cognitiva en las etapas preclínicas de la demencia.
“Hemos encontrado evidencia de que una mayor reserva cognitiva a lo largo de la vida está asociada con un menor riesgo de pasar de una cognición normal a un deterioro cognitivo leve y a la muerte durante la vejez, pero no con la transición del deterioro cognitivo leve a la demencia”, ha declarado Chengxuan Qiu, profesor titular y autor principal del estudio, cuyos resultados se han publicado en la revista Alzheimers & Dementia y podrían ayudar a desarrollar intervenciones preventivas para promover la salud cognitiva y un envejecimiento saludable.
Impacto de la reserva cognitiva a lo largo de la vida
La mayoría de los estudios previos han examinado la asociación de indicadores individuales de la reserva cognitiva (como la educación y las actividades de ocio) con condiciones cognitivas estáticas como el deterioro cognitivo leve y la demencia. “Nuestro estudio sugiere que una gran reserva cognitiva podría ayudar a mantener la salud cognitiva, especialmente en la fase preclínica de la demencia, y que la reserva cognitiva también podría beneficiar la supervivencia en personas mayores con deterioro cognitivo”, señala Chengxuan Qiu.
El estudio incluyó a 2.631 residentes mayores que no padecían demencia y que vivían en el centro de Estocolmo. Al inicio del estudio, los investigadores recopilaron datos sobre varios indicadores de la reserva cognitiva (por ejemplo, la educación en la infancia, la complejidad laboral en la mediana edad y las actividades de ocio en la vejez).
Los participantes fueron examinados regularmente durante 15 años para determinar sus estados cognitivos (por ejemplo, función normal, deterioro cognitivo leve y demencia) y su supervivencia. “Utilizamos modelos de estados múltiples para investigar la medida compuesta de la reserva cognitiva en relación con el riesgo de transiciones entre diferentes estados cognitivos y la muerte, considerando el impacto de otros factores”, explica Serhiy Dekhtyar, profesor asociado y coautor.
"Nuestro estudio sugiere que una gran reserva cognitiva podría ayudar a mantener la salud cognitiva, especialmente en la fase preclínica de la demencia”
El objetivo de los investigadores es evaluar el impacto de las medidas que aumentan la reserva cognitiva en el mantenimiento de la función cognitiva mediante ensayos controlados aleatorios, ha explicado Chengxuan Qiu, que añade: “Podemos llevar a cabo este estudio utilizando datos de nuestros ensayos de intervención controlados aleatorios en curso dentro de la Red Mundial de FINGERS (por ejemplo, los ensayos FINGER y MIND-China), una red global para la reducción de riesgos y prevención de la demencia”.
En estos estudios de intervención, la actividad social, la actividad física y el entrenamiento cognitivo, que podrían aumentar la reserva cognitiva, son parte de las medidas de intervención y la función cognitiva y la demencia son los resultados principales. Además, los investigadores desean explorar más a fondo los mecanismos que vinculan la reserva cognitiva con las transiciones cognitivas utilizando biomarcadores de sangre e imágenes de lesiones cerebrales en sus proyectos.
Actualizado: 31 de mayo de 2024