Personas vulnerables también podrán hacerse el test rápido de COVID-19
13/04/2020
Hace unos días se daba a conocer que el Ministerio de Sanidad español había comprado cinco millones de unidades de test rápidos para detectar el COVID-19 y se indicaba que iban a estar principalmente destinados a ser usados en el ámbito hospitalario y también en las residencias de mayores y centros sociosanitarios. Sin embargo, también podrán realizarse estas pruebas diagnósticas del coronavirus a los pacientes con enfermedades cardiovasculares, afecciones respiratorias y adultos mayores que tengan afecciones respiratorias agudas, aunque con restricciones.
Así lo ha dado a conocer María José Sierra, directora del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) tras llevar a cabo varias actualizaciones del protocolo 'Procedimiento de actuación frente a casos de infección por el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) y en el criterio para determinar a quién se le hace el test, incluyendo a aquellos que son más vulnerables.
Los test se realizarán bajo estricto criterio médico
A pesar de que las personas con enfermedades cardiovasculares o respiratorias y las personas de la tercera edad sean grupos prioritarios para la realización de estos test rápidos de detección del coronavirus, según ha indicado María José Sierra, esta prueba deberá ser indicada según la valoración del médico correspondiente.
Si los test rápidos dan negativo pero se tiene una elevada sospecha de la enfermedad se repetirán las pruebas diagnósticas
Por tanto, y según esta última modificación, los pacientes con infecciones respiratorias agudas que estén ingresados, o cumplan con criterios para ser hospitalizados, el personal sanitario y sociosanitario, personal de servicios esenciales que tengan síntomas respiratorios agudos y las personas vulnerables o que residan en instituciones cerradas serán a los que se destinen principalmente estos test rápidos, que permitirán saber en unos 15 minutos la presencia o no del SARS-CoV-2 mediante una pequeña muestra de sangre o con un exudado nasal o faríngeo.
Es importante recordar que si estas pruebas son negativas en un paciente con una sospecha elevada de que esté contagiado con la enfermedad –especialmente en los casos en los que solo se ha tomado una muestra del tracto respiratorio superior o que no ha sido bien tomada– se repetirá esta prueba con exudados del tracto respiratorio o con sangre venosa periférica o capilar.
Como extra se intentará recoger una pareja de sueros con al menos entre 14 y 30 días de diferencia –tomando el primero en los primeros siete días de la enfermedad– con el fin de enviarlos al Centro Nacional de Microbiología (CNM). Si solo se puede coger una muestra, se deberá tomar al menos 14 días tras el comienzo de los síntomas, lo que permitirá comprobar que tiene anticuerpos específicos ante el COVID-19.
Cómo se gestionan los contactos
Solo se tienen en cuenta cuando son contactos estrechos, por ejemplo, cuidados a otra persona con síntomas, sanitarios sin protección adecuada, familiares, convivientes o personas que hayan estado a una distancia inferior a dos metros con un paciente con síntomas durante al menos 15 minutos. Esto no significa que se vaya a hacer un seguimiento activo, sino que se indicará cuarentena domiciliaria durante dos semanas desde el último contacto de riesgo si no convive con él, o desde que acabe el aislamiento del paciente, si es conviviente.
A pesar de estas indicaciones, el personal sanitario podrá establecer cualquier otra recomendación en función del caso en particular. Si durante los 14 días de cuarente se manifestasen síntomas del COVID-19, la persona deberá llevar a cabo un autoaislamiento inmediato en el domicilio y contactar con los servicios sanitarios correspondientes.
Actualizado: 15 de junio de 2020