Por qué recordamos mejor los eventos emocionales (como una boda)

Un estudio revela los mecanismos que utiliza el cerebro para seleccionar la información que almacena en la memoria y por que nuestros recuerdos más vívidos se asocian más a eventos emocionales, como una boda o el nacimiento de un hijo.
Matrimonio anciano recordando el día de su boda

20/01/2023

Sabemos por experiencia que los sucesos de nuestra vida que nos han impactado a nivel emocional son aquellos que recordamos con más nitidez, tanto los que nos provocaron emociones positivas –nuestra boda, el nacimiento de un hijo, el primer amor…–, como las situaciones aterradoras. “La emoción consolida la memoria. Básicamente uno olvida todo en la vida y lo que recuerda es lo que le emociona”, afirma el prestigioso neurocientífico Facundo Manés. Sin embargo, los científicos no están seguros de cómo prioriza el cerebro humano estos eventos en la memoria.

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Un grupo de investigadores ha descubierto ahora un mecanismo neuronal específico en el cerebro que identifica la información con asociaciones emocionales para mejorar la memoria. Joshua Jacobs, profesor asociado de ingeniería biomédica en Columbia Engineering, y su equipo han demostrado que las ondas cerebrales de alta frecuencia en la amígdala –que interviene en los procesos emocionales– y el hipocampo –que interviene en los procesos de la memoria– resultan clave para mejorar la memoria de los estímulos emocionales.

Fortalecer la memoria de las personas en riesgo de deterioro cognitivo

Cuando este mecanismo neuronal se ve interrumpido se deteriora la memoria específica para los estímulos emocionales. Durante la pandemia por COVID-19 ha aumentado la incidencia de trastornos mentales como la depresión, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático (TEPT), que pueden desequilibrar la memoria. Por ello, comprender cómo el cerebro organiza la información que prioriza para su almacenamiento y cuál descarta podría ayudar a desarrollar nuevos enfoques terapéuticos para fortalecer la memoria de las personas que corren el riesgo de pérdida de memoria.

“Nuestros recuerdos emocionales son uno de los aspectos más críticos de la experiencia humana y afectan a todo, desde nuestras decisiones, hasta toda nuestra personalidad”

“Es más fácil recordar eventos emocionales, como el nacimiento de un hijo, que otros eventos de la misma época”. “El cerebro claramente tiene un mecanismo natural para fortalecer ciertos recuerdos, y queríamos identificarlo”, ha señalado Salman E. Qasim, autor principal del estudio, que se ha publicado en Nature Human Behavior.

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Un patrón de actividad cerebral que vincula emociones y memoria

Qasim y Jacobs analizaron datos procedentes de pruebas de memoria llevados a cabo con pacientes con epilepsia que se habían sometido a un registro cerebral intracraneal directo para la localización y el tratamiento de las convulsiones. Durante las sesiones, estos pacientes memorizaban listas de palabras mientras los electrodos colocados en el hipocampo y la amígdala registraban la actividad eléctrica de su cerebro.

Al caracterizar sistemáticamente las asociaciones emocionales de cada palabra utilizando clasificaciones de emociones de múltiples fuentes, Qasim descubrió que los participantes recordaban más palabras emocionales, como “perro” o “cuchillo”, que palabras más neutrales, como “silla”. Al observar la actividad cerebral asociada, observaron que cada vez que los participantes recordaban con éxito palabras emocionales, la actividad neuronal de alta frecuencia (30-128 Hz) se volvía más frecuente en el circuito amígdala-hipocampo. Cuando los participantes recordaron palabras más neutrales, o no fueron capaces de recordar una palabra, este patrón estuvo ausente.

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Los investigadores analizaron este patrón en un conjunto de datos de 147 pacientes y encontraron un vínculo claro entre la memoria mejorada de los participantes para las palabras emocionales y la prevalencia en sus cerebros de ondas cerebrales de alta frecuencia en el circuito de la amígdala y el hipocampo.

“Encontrar este patrón de actividad cerebral que vincula las emociones y la memoria fue muy emocionante para nosotros, porque investigaciones anteriores han demostrado cuán importante es la actividad de alta frecuencia en el hipocampo para la memoria no emocional”, declaró Jacobs. “Inmediatamente nos indicó que pensemos en las implicaciones causales más generales: si provocamos actividad de alta frecuencia en este circuito, mediante intervenciones terapéuticas, ¿seremos capaces de fortalecer los recuerdos a voluntad?”.

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“Nuestros recuerdos emocionales son uno de los aspectos más críticos de la experiencia humana y afectan a todo, desde nuestras decisiones, hasta toda nuestra personalidad”, explica Qasim. “Cualquier paso que podamos tomar para mitigar su pérdida en los trastornos de la memoria o prevenir su secuestro en los trastornos psiquiátricos es muy emocionante”.

Actualizado: 21 de enero de 2023

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