Un estilo de vida sano reduce el riesgo genético de sufrir demencia
17/07/2019
No fumar, tener una alimentación saludable y practicar ejercicio físico regularmente puede ayudar a que las personas con un riesgo genético alto de demencia eviten el alzhéimer o el deterioro cognitivo, según un estudio de la Universidad de Exeter (Reino Unido) que ha comprobado que los individuos con un alto riesgo genético de demencia que llevan un estilo de vida saludable pueden reducir hasta un 32% el riesgo de desarrollar esta enfermedad neurodegenerativa. En cambio, aquellos con un elevado riesgo genético y hábitos de vida poco saludables tienen casi tres veces más posibilidades de padecerla.
Los hallazgos de este estudio, publicado en la revista JAMA y presentado en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzhéimer 2019 celebrada en Los Ángeles (EE.UU.), demuestran que la predisposición genética no condiciona el desarrollo de enfermedades como el alzhéimer y otros tipos de demencia relacionados con la edad. Según los investigadores, los resultados prueban que las personas podemos hacer algo para evitarlas, como llevar un estilo de vida sano.
Hábitos que contrarrestan el riesgo genético de alzhéimer
La investigación analizó a 196 383 adultos de ascendencia europea mayores de 60 años, sin síntomas de deterioro cognitivo al comienzo del estudio, que fueron seguidos durante ocho años. En ese tiempo se identificaron 1769 casos de demencia. Tras estudiar el ADN de los participantes, se les agrupó en personas con alto riesgo genético de enfermedades relacionadas con la demencia (el 20%), un riesgo intermedio (el 60%), y bajo riesgo (el 20%).
La predisposición genética a la demencia o el alzhéimer, se puede reducir significativamente llevando un estilo de vida saludable
También se les clasificó según la dieta, la actividad física, y el consumo de tabaco y alcohol en estilos de vida favorables, intermedios y desfavorables. No fumar, realizar ejercicio físico de forma regular, llevar una dieta saludable y tener un consumo moderado de alcohol era considerado como un comportamiento saludable, actitud que seguían el 68,1% de los participantes; un 23,6% llevaban un estilo intermedio, y tan solo un 8% llevaban una vida desfavorable.
Los investigadores comprobaron que un régimen de vida saludable se asociaba con una reducción del riesgo de demencia independientemente del riesgo genético. El Dr. David Llewellyn, de la University of Exeter Medical School and the Alan Turing Institute, afirma que esta investigación lanza un importante mensaje contra la visión tradicional de la demencia, y que aunque muchos piensen que es inevitable sufrir este trastorno porque está determinado genéticamente, parece posible disminuir significativamente este riesgo con hábitos saludables.
Actualizado: 4 de mayo de 2023