Un examen del ojo puede detectar el alzhéimer antes de que dé síntomas
14/03/2019
Un estudio realizado en la Universidad de Duke en Estados Unidos, y en el que han participado más de 200 personas, sugiere que la pérdida de vasos sanguíneos en la retina podría ser un indicador temprano del alzhéimer, por lo que en un futuro tal vez sea posible diagnosticar este tipo de demencia antes de que se manifiesten sus primeros síntomas con un examen ocular.
Los autores del trabajo emplearon la angiografía por tomografía de coherencia óptica (OCTA) –una técnica no invasiva que usa ondas de luz para mostrar el flujo de sangre en cada capa de la retina– para comparar las retinas en 70 ojos de 39 pacientes con alzhéimer y 72 ojos de 37 individuos con deterioro cognitivo leve y 254 ojos de 133 personas que disfrutaban de una sana cognición.
Una determinada capa de la retina era más delgada en los 39 individuos con alzhéimer en comparación con los participantes sanos y los que tenían deterioro cognitivo
Retina y cerebro comparten características, y los investigadores comprobaron que los vasos sanguíneos formaban una densa red en el interior de la retina en los 133 participantes del grupo de control cuyos cerebros estaban sanos mientras que, por el contrario, esa red presentaba una menor densidad en los ojos de 39 individuos con alzhéimer, en los que también observaron que una determinada capa de la retina era más delgada en comparación con los otros dos grupos de participantes.
Diferencias significativas en la densidad de los vasos sanguíneos
Las diferencias apreciadas en la densidad de la red de vasos sanguíneos fueron estadísticamente significativas después de ajustar otros factores como el sexo, la edad o el nivel educativo de los participantes, según ha explicado Sharon Fekrat, principal autora de la investigación, cuyos resultados se han publicado en Ophthalmology Retina.
La experta ha añadido que la tecnología que han utilizado proporciona imágenes de alta resolución de los pequeños vasos sanguíneos de la retina en solo unos minutos –una evaluación que no es posible en un examen ocular tradicional–, y sugiere que los cambios detectados en la densidad de dichos vasos pueden indicar una situación similar en los pequeños vasos sanguíneos del cerebro.
La OCTA incluso podría revelar alteraciones en los pequeños capilares –cuyo grosor es de alrededor de la mitad de un cabello humano– antes de que dichos cambios se puedan observar mediante una resonancia magnética o un angiograma cerebral –que además son pruebas médicas más caras e invasivas– en los que solo se resaltan los vasos sanguíneos más grandes.
Según Fekrat el objetivo final sería aprovechar esta tecnología para diagnosticar el alzhéimer en sus etapas iniciales, antes de que aparezcan los primeros síntomas de demencia, para poder monitorizar a lo largo del tiempo los cambios que se produzcan en los participantes de ensayos clínicos destinados a desarrollar nuevos tratamientos contra la enfermedad.
Actualizado: 4 de mayo de 2023