Un nuevo implante mejora el tratamiento del glaucoma

Un nuevo implante inyectable diseñado para el tratamiento del glaucoma primario de ángulo abierto en pacientes que no responden bien a la terapia con colirios, muestra su efectividad en un estudio multicéntrico.
Un hombre mayor se somete a una revisión ocular

Con el nuevo implante inyectable se reducen el tiempo de cirugía y el seguimiento postoperatorio.

Un nuevo implante inyectable para el tratamiento del glaucoma primario de ángulo abierto -el tipo de glaucoma más frecuente, que afecta sobre todo a los mayores de 60 años- en las personas que no han respondido bien a la terapia con colirios, ha conseguido resultados satisfactorios en un estudio multicéntrico que se lleva a cabo desde hace dos años, en el que el 56% de los pacientes intervenidos con dicho implante -comercializado por Allergan como XEN®- no necesitaron utilizar colirios hipotensores oculares para controlar la enfermedad a los 12 meses de la cirugía.

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Como ha explicado el Prof. Miguel Ángel Teus, Jefe de Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, y catedrático de oftalmología de la Universidad de Alcalá, el tiempo de cirugía se reduce con el nuevo implante (no supera los diez minutos), que presenta un elevado nivel de seguridad en el postoperatorio, y añade que si se comprueban los resultados observados hasta ahora, incorporar este producto al material quirúrgico permitiría realizar la intervención quirúrgica de forma más precoz, y disminuir así el grado de pérdida visual de los pacientes con glaucoma cuando llegan a cirugía.

El 56% de los pacientes intervenidos con el implante ‘XEN®’ no necesitaron utilizar colirios hipotensores oculares para controlar el glaucoma a los 12 meses de la cirugía

El implante XEN® se coloca con anestesia tópica a través de una pequeña incisión en la córnea mediante un dispositivo diseñado específicamente para este implante. Se trata de una cirugía mínimamente invasiva, en la que no se alteran los tejidos oculares circundantes por tratarse de un implante inyectable, y el riesgo de complicaciones postoperatorias es mucho menor en comparación con la cirugía filtrante convencional, por lo que pueden reincorporarse antes a sus actividades cotidianas.

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De hecho, en el estudio en marcha no se produjeron complicaciones relevantes a los 12 meses de la inserción del implante, y el seguimiento postoperatorio fue menos intensivo. Además, en caso necesario, posteriormente se le podría realizar al paciente una trabeculectomía o una cirugía valvular en la misma localización del implante, que también se puede colocar durante una cirugía de cataratas.

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Actualizado: 17 de octubre de 2017

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