Un nuevo test detecta el alzhéimer 10 años antes que un escáner cerebral
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11/02/2025
Identificar a las personas en riesgo de desarrollar algún tipo de demencia antes de que empiecen a manifestar signos de problemas cognitivos sería muy útil para realizar intervenciones tempranas que ayudaran a prevenir o retrasar la enfermedad. Ahora, un nuevo test basado en biomarcadores desarrollado por científicos de la Universidad de Pittsburgh1 abre nuevas posibilidades para el diagnóstico temprano del alzhéimer.
Una de las características conocidas del alzhéimer son las acumulaciones tóxicas de proteína tau en el cerebro y estos investigadores han encontrado la manera de detectar pequeñas cantidades de esta proteína mucho antes de que sean visibles en escáneres cerebrales de los pacientes con la enfermedad con una prueba capaz de detectar la presencia de tau en el cerebro, el líquido cefalorraquídeo y, potencialmente, en la sangre.
Los resultados del estudio se han publicado en Nature Medicine2 e indican que el test del líquido cefalorraquídeo se correlaciona con el grado de deterioro cognitivo, independientemente de otros factores como la acumulación de beta amiloide en el cerebro. Este hallazgo constituye un significativo avance en la detección precoz y el tratamiento de la enfermedad.
La proteína tau es clave en la progresión del alzhéimer
En la enfermedad de Alzheimer, los cambios en la proteína beta amiloide se suelen producir antes de que la tau empiece a formar acumulaciones anómalas que se conocen como “ovillos neurofibrilares”, pero su aparición es un factor más determinante en la progresión del alzhéimer, ya que está estrechamente vinculada al deterioro cognitivo.
“Nuestra prueba identifica etapas muy tempranas de la formación de ovillos de tau, hasta una década antes de que los ovillos de tau sean visibles en un escáner cerebral”, ha afirmado el autor principal Thomas Karikari, profesor asistente de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Pitt. “La detección temprana es clave para que las terapias resulten más efectivas, ya que los ensayos muestran que los pacientes con pocos o ningún ovillo de tau visible tienen más probabilidades de beneficiarse de los nuevos tratamientos que aquellos con un grado significativo de depósitos de tau en el cerebro”.
Muchos adultos mayores que tienen placas de beta amiloide no llegan a desarrollar síntomas de alzhéimer, por lo que la Asociación de Alzheimer establece que el diagnóstico definitivo de la enfermedad se debe basar en tres pilares neuropatológicos: la presencia combinada de tau y beta amiloide, junto con signos de neurodegeneración.
“La detección temprana es clave para que las terapias resulten más efectivas, ya que los pacientes con pocos o ningún ovillo de tau visible tienen más probabilidades de beneficiarse de los nuevos tratamientos”
Karikari y su equipo habían demostrado en estudios previos que una variante específica de tau denominada BD-tau se puede medir en la sangre y servir como un indicador fiable de neurodegeneración asociada al alzhéimer. También identificaron ciertas formas de tau fosforilada, como p-tau181, p-tau217 y p-tau212, que pueden predecir la acumulación de beta amiloide en el cerebro sin necesidad de recurrir a costosas y complejas técnicas de neuroimagen.
Sin embargo, la detección temprana de tau seguía siendo un reto. Aunque las exploraciones PET de tau son precisas para medir la carga de esta proteína en el cerebro, son poco accesibles debido a su alto coste, la limitada disponibilidad y la baja resolución. Además, estos escáneres solo pueden detectar los ovillos neurofibrilares cuando ya han alcanzado una cantidad significativa, lo que indica que la enfermedad se encuentra en una fase avanzada.
Identificar nuevas dianas para el tratamiento del alzhéimer
En su última investigación, el equipo de Karikari empleó herramientas bioquímicas y de biología molecular para identificar una región clave de la proteína tau necesaria para la formación de ovillos neurofibrilares. Detectando sitios específicos dentro de esta secuencia de 111 aminoácidos, a la que llamaron tau258-368, es posible identificar las formas de tau propensas a agruparse y facilitar un diagnóstico más temprano.
En concreto, dos nuevos sitios de fosforilación, p-tau-262 y p-tau-356, pueden proporcionar información precisa sobre la etapa inicial de la agregación de tau, lo que abre la posibilidad de intervenir antes de que el daño sea irreversible.
“La beta-amiloide es la chispa, pero la tau es una cerilla”, dijo Karikari. “Un gran porcentaje de personas con depósitos cerebrales de beta amiloide nunca desarrollarán demencia. Pero una vez que los ovillos tau aparecen en un escáner cerebral, puede que sea demasiado tarde para apagar el fuego y su salud cognitiva puede deteriorarse rápidamente. La detección temprana de tau propensa a formar ovillos permitiría identificar a las personas con probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo asociado al alzhéimer y que recibieran ayuda con terapias de nueva generación”.
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- 1«A Novel Ultrasensitive Assay for Plasma p‐tau217: Performance in Individuals With Subjective Cognitive Decline and Early Alzheimer’s Disease». Alzheimer’s & Dementia, vol. 20, n.º 2, Wiley, pp. 1239–1249+.
- 2«Phospho-Tau Serine-262 and Serine-356 As Biomarkers of Pre-Tangle Soluble Tau Assemblies in Alzheimer’s Disease». Nature Medicine, Springer Science and Business Media LLC.
Actualizado: 11 de febrero de 2025