Usar audífono puede ayudar a vivir más a adultos con pérdida auditiva
05/01/2024
La pérdida de audición que experimentan los adultos mayores puede aumentar el riesgo de que desarrollen deterioro cognitivo, e incluso demencia, por lo que tratar este problema puede tener un impacto muy positivo sobre su calidad de vida y contribuir a prevenir o retrasar la discapacidad asociada al mismo.
El uso de un audífono es un método sencillo y poco invasivo de tratar la hipoacusia y, además, un nuevo estudio realizado por investigadores de Keck Medicine de la Universidad del Sur de California (USC) ha encontrado que el uso de audífonos puede reducir casi el 25% el riesgo de mortalidad en las personas mayores con pérdida auditiva.
“Descubrimos que los adultos con pérdida auditiva que usaban audífonos regularmente tenían un riesgo de mortalidad un 24% menor que aquellos que nunca los usaban”, ha afirmado la Dra. Janet Choi, otorrinolaringóloga en Keck Medicine e investigadora principal del estudio. “Estos resultados son interesantes porque sugieren que los audífonos pueden desempeñar un papel protector en la salud de las personas y prevenir la muerte prematura”.
Estudios previos ya habían demostrado que la pérdida auditiva no tratada puede reducir la esperanza de vida, así como aumentar las probabilidades de sufrir aislamiento social, depresión y demencia. Sin embargo, se han realizado muy pocas investigaciones que evalúen si el uso de audífonos puede reducir el riesgo de muerte. Según Choi, el estudio constituye el análisis más completo hasta ahora sobre la relación entre la pérdida auditiva, el uso de audífonos y la mortalidad en los Estados Unidos. Sus resultados se han publicado en The Lancet Healthy Longevity.
Niveles más bajos de depresión y demencia con el uso de audífonos
El equipo de investigadores empleó datos recopilados por la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición entre 1999 y 2012, lo que les permitió identificar a 9.885 individuos con una edad media de 48,6 años que habían completado evaluaciones de audiometría –una prueba para medir la capacidad auditiva– y que contestaron a cuestionarios sobre su uso de audífonos. Los investigadores siguieron a los participantes durante un período promedio de 10 años tras las evaluaciones.
Un total de 1.863 adultos presentaban pérdida auditiva, y 237 de ellos eran usuarios habituales de audífonos, definidos como aquellos que afirmaron usarlos al menos una vez a la semana, cinco horas a la semana o la mitad del tiempo, y 1.483 fueron identificados como no usuarios de los dispositivos. Los sujetos que informaron haber usado los dispositivos menos de una vez al mes o con menos frecuencia fueron categorizados como usuarios no habituales.
“Descubrimos que los adultos con pérdida auditiva que usaban audífonos regularmente tenían un riesgo de mortalidad un 24% menor que aquellos que nunca los usaban”
Los autores del estudio descubrieron que la diferencia de casi el 25% en el riesgo de mortalidad entre los usuarios habituales de audífonos y los que nunca los utilizaban se mantenía estable, independientemente de factores como el grado de pérdida auditiva (de leve a grave), la edad, el origen étnico, el nivel económico o educativo y otros datos demográficos, y el historial médico. No hubo diferencias en el riesgo de mortalidad entre los usuarios no habituales y los que nunca los usaron, lo que indica que el uso ocasional de audífonos puede no proporcionar ningún beneficio para prolongar la vida.
Aunque en el estudio no se ha examinado por qué los audífonos pueden ayudar a quienes los necesitan a vivir más tiempo, Choi señala una investigación reciente que vincula el uso de audífonos con niveles más bajos de depresión y demencia. Su hipótesis es que las mejoras en la salud mental y la cognición que conlleva una mejor audición pueden favorecer una mejor salud general, lo que puede aumentar la esperanza de vida.
Choi espera que este estudio anime a más personas a usar audífonos, aunque reconoce que factores como su coste, el estigma y la dificultad para encontrar dispositivos que se ajusten y funcionen bien son barreras para su uso. Actualmente, la investigadora está trabajando en una base de datos impulsada por IA que clasifica las opciones de audífonos y las adapta a las necesidades individuales de los pacientes.
Actualizado: 5 de enero de 2024