Utilizar audífonos retrasa el deterioro cognitivo en mayores con riesgo
19/07/2023
La pérdida auditiva asociada al envejecimiento –presbiacusia– puede tener consecuencias negativas en otros aspectos, ya que una audición deficiente puede contribuir a que las personas mayores se aíslen socialmente y no participen en actividades que les ayudan a mantenerse activos, lo que conlleva un deterioro físico, pero, además, diversos estudios han vinculado la sordera no tratada en adultos mayores con más probabilidades de desarrollar alteraciones mentales, e incluso demencia.
Ahora, un nuevo estudio ha comprobado que el uso de audífonos durante tres años ha reducido el deterioro cognitivo a la mitad en un subgrupo de adultos mayores con pérdida auditiva y que presentaban un mayor riesgo de desarrollar deterioro cognitivo. Se trata del ensayo clínico más grande realizado hasta la fecha para determinar si el tratamiento de la pérdida auditiva con audífonos es útil en la prevención del deterioro cognitivo.
Los resultados del estudio ‘Aging and Cognitive Health Evaluation in Elders (ACHIEVE)’ se dieron a conocer en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer® (AAIC®) 2023, en Ámsterdam (Países Bajos) y en línea, y se publicaron en la revista científica The Lancet. Aunque los resultados fueron negativos en la población total del estudio, la intervención auditiva disminuyó el deterioro cognitivo en adultos mayores con pérdida auditiva de leve a moderada en un 48% en un segmento preespecificado de la población del estudio compuesto por 238 personas que participan en un estudio observacional en curso de la salud del corazón.
“La pérdida de audición es muy tratable en la vejez, lo que la convierte en un importante objetivo de salud pública para reducir el riesgo de deterioro cognitivo y demencia”
El estudio ACHIEVE es un ensayo aleatorizado en el que participan personas de 70 a 84 años con pérdida auditiva no tratada que no presentaban un deterioro cognitivo significativo, que se llevó a cabo en cuatro lugares de EE. UU. Los participantes fueron seleccionados a partir de dos poblaciones de estudio en cada sitio: una compuesta por 977 adultos mayores que participan en un estudio observacional de salud cardiovascular de larga duración –el estudio Atherosclerosis Risk in Communities (ARIC)– y otra integrada por 739 voluntarios sanos de la comunidad.
Al inicio del ensayo todos los participantes tenían una pérdida auditiva de leve a moderada, que es muy común en los adultos mayores, pero ningún deterioro cognitivo relevante. Estas personas fueron asignadas de forma aleatoria a una intervención auditiva (consejería audiológica y provisión de audífonos) o a una intervención control de educación para la salud (sesiones individuales con un educador en salud cubriendo temas sobre prevención de enfermedades crónicas) y seguimiento cada seis meses.
Durante los tres años que duró la intervención se incluyó el uso de audífonos, un ‘juego de herramientas’ auditivo para ayudar con el autocontrol e instrucción y asesoramiento continuos con un audiólogo. El grupo control de educación sanitaria del grupo de comparación asistió a sesiones de conversación con un educador sanitario sobre la prevención de enfermedades crónicas. Se analizó la población total del estudio, intervención auditiva versus control de educación para la salud; los subgrupos ARIC y comunitario también fueron analizados de esta manera. El criterio de valoración principal fue el cambio de tres años en una batería integral de pruebas neurocognitivas, que incluía procedimientos para ayudar a garantizar que la pérdida auditiva no afectara los resultados.
Pérdida de audición como factor de riesgo de demencia
Los resultados de la comparación de la intervención auditiva versus el control en la población total del estudio fueron negativos, al igual que la comparación de la población comunitaria de la intervención auditiva versus el control. El resultado más interesante fue la comparación de la intervención auditiva del subgrupo ARIC versus el control, en el que se observó una disminución del 48% del deterioro cognitivo.
Los investigadores observaron que el grupo de participantes del estudio ARIC tenían más factores de riesgo de deterioro cognitivo, puntajes cognitivos iniciales más bajos y una tasa más rápida de deterioro cognitivo de tres años durante el estudio que los demás. “Los resultados positivos con la intervención auditiva en el análisis de subgrupos ARIC son alentadores y justifican una mayor investigación”, ha declarado Maria C. Carrillo, directora científica de la Asociación de Alzheimer. “Investigaciones previas han identificado la pérdida de audición como potencialmente el mayor factor de riesgo de demencia que puede abordarse o modificarse con las herramientas existentes que siguen siendo infrautilizadas”, añade.
“La intervención auditiva tuvo un efecto significativo en la reducción del cambio cognitivo dentro de los tres años en la población de adultos mayores del estudio que tienen un mayor riesgo de deterioro cognitivo”, ha afirmado el Dr. Frank Lin, de la Escuela de la Universidad Johns Hopkins of Medicine and Bloomberg School of Public Health, y co-investigador principal del estudio ACHIEVE. “La pérdida de audición es muy tratable en la vejez, lo que la convierte en un importante objetivo de salud pública para reducir el riesgo de deterioro cognitivo y demencia, junto con otros factores de riesgo de demencia, como menos educación en los primeros años de vida, presión arterial alta, aislamiento social e inactividad física”.
Los investigadores de ACHIEVE han advertido que el 65% de los adultos mayores de 60 años presenta pérdida auditiva, por lo que es urgente identificar estrategias de prevención de la demencia que se puedan establecer a nivel mundial. Los hallazgos del estudio ACHIEVE sugieren que los adultos mayores con mayor riesgo de deterioro cognitivo y demencia que también tienen pérdida auditiva pueden beneficiarse más de esta intervención auditiva dentro de los tres años. Según los investigadores de ACHIEVE, la intervención auditiva puede ralentizar el deterioro del pensamiento y la memoria al hacer que escuchar sea más fácil para el cerebro o al ayudar a las personas a mantenerse más activas social y físicamente.
“Tanto en el grupo ARIC como en el nuevo grupo de voluntarios de la comunidad, también encontramos que la intervención auditiva mejoró las habilidades de comunicación, el funcionamiento social y la soledad”, dijo Lin. “Hasta que sepamos más, recomendamos para la salud y el bienestar general que los adultos mayores se revisen la audición con regularidad y que cualquier problema auditivo se aborde adecuadamente”.
Actualizado: 19 de julio de 2023