Vinculan colesterol bueno e hipertensión con más riesgo de alzhéimer
21/05/2023
No se conocen todos los factores de riesgo que predisponen a desarrollar enfermedad de Alzheimer (EA), pero los científicos intentan encontrar los que son modificables para prevenir o retrasar su aparición. Ahora un nuevo estudio ha encontrado una asociación entre tener una predisposición genética a tener elevados los niveles de colesterol de lipoproteína de alta densidad (HDL), que es el considerado colesterol ‘bueno’, y una presión sistólica alta y mayores probabilidades de padecer este tipo de demencia. Los hallazgos se han publicado en JAMA Network Open.
La investigación ha sido realizada por el Dr. Jiao Luo, del Hospital Universitario de Copenhague-Rigshospitalet en Dinamarca y su equipo, que realizaron un estudio de asociación genética empleando aleatorización mendeliana univariable y multivariable de dos muestras para analizar los aspectos potencialmente causales de los factores de riesgo modificables para el alzhéimer.
Los investigadores seleccionaron variantes genéticas independientes asociadas a factores de riesgo modificables como variables instrumentales. Los datos de resultados se obtuvieron del Biobanco Europeo de Alzheimer y Demencia (EADB). En esta cohorte se incluían 39.106 y 401.577 con alzhéimer clínicamente diagnosticado y personas sin la enfermedad, respectivamente.
El papel de la genética en la enfermedad de Alzheimer
Cuando compararon la genética de cada participante, encontraron que aquellas personas que tenían ciertos genes que predisponían a niveles más altos de colesterol HDL o colesterol “bueno”, tenían una probabilidad ligeramente mayor de desarrollar alzhéimer Encontraron un mayor riesgo similar para las personas con los genes responsables de una presión arterial sistólica más alta.
“Estos hallazgos pueden inspirar nuevos objetivos de fármacos y una mejor prevención temprana de la demencia”
El aumento en el riesgo de desarrollar alzhéimer fue de alrededor del 10% por cada aumento de desviación estándar en el colesterol HDL. Y por cada 10 milímetros de mercurio (mm Hg) de aumento en la presión arterial sistólica, el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer aumenta 1,22 veces. No se encontraron evidencias de asociaciones genéticas con otros rasgos de lípidos, ni tampoco que el índice de masa corporal (IMC), el consumo de alcohol, el tabaquismo o la diabetes aumentaran las probabilidades de desarrollar Alzheimer.
Agustín Ruiz, director de Ace Alzheimer Center Barcelona, que ha participado en la investigación ha declarado a Infosalus que “es posible que la relación observada esté acotada a niveles muy elevados de HDL, algo que ya se ha demostrado también dañino, aumentando la mortalidad de complicaciones cardiovasculares”. “En cualquier caso, necesitamos más investigaciones para comprender estas observaciones”.
Y añade que “estos hallazgos pueden inspirar nuevas dianas terapéuticas y mejorar la prevención, así mismo, corroboran un nexo genético que conecta la biología del colesterol, la tensión arterial y la enfermedad de Alzheimer”. “Estos hallazgos pueden inspirar nuevos objetivos de fármacos y una mejor prevención temprana de la demencia”, concluyen los autores.
Actualizado: 21 de mayo de 2023