Obesidad
Dietas basadas en un exceso de nutrientes, grasas y fast food y una forma de vida cada vez más sedentaria son el caldo de cultivo para que la obesidad se esté convirtiendo en una auténtica epidemia. Aprende a controlar tu peso.

Tratamiento de la obesidad

Por: Esther Martín

Estudiante de medicina de la Universidad de Alcalá de Henares

Actualizado: 13 de diciembre de 2023

El éxito del tratamiento de la obesidad con el objetivo de alcanzar un peso saluable, depende del interés y entusiasmo del equipo que lo trata y de la cooperación motivada del paciente obeso. La relación médico-paciente es en esta enfermedad más importante que en otras, ya que puede actuar de factor limitante. En algunos casos será necesario implicar a diversos especialistas, desde un endocrino o un dietista, a un psicólogo que pueda ayudar a orientar el comportamiento hacia la comida y hacer cambios en tus hábitos en relación a la alimentación y la actividad física.

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El tratamiento médico de la obesidad se basa en la aplicación combinada de las siguientes medidas:

  • Reducción de la ingestión de calorías: si la persona se alimenta en exceso es preciso reducir el aporte calórico en sus comidas y bebidas para convertir el balance energético de positivo a negativo. Existen múltiples tipos de dietas para adelgazar que han demostrado su eficacia, pero siempre es necesario consultar con un endocrino para obtener una dieta personalizada y huir de las dieta milagro y los temidos efectos rebote. Deja a un lado los alimentos procesados, las grasas, los dulces, las bebidas azucaradas… y apuesta por alimentos saludables (frutas, verduras, cereales integrales, pescado…).
  • Aumento del gasto energético: en los pacientes que, además de tener un excesivo aporte calórico, tienen una forma de vida esencialmente sedentaria, debe asociarse la práctica de ejercicio físico, que habrá de ser constante y progresivo. Para ello, empieza por realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana (60 minutos diarios si eres una persona joven), especialmente ejercicio aeróbico, que puedes ir incrementando gradualmente hasta los 300 minutos semanales. Complétalo con actividades cotidianas que realices andando o en bicicleta (como ir a la compra o al trabajo), o hacer las tareas domésticas (conoce cuáles te ayudan a quemar más calorías).

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Tratamiento de la obesidad
  • Empleo de fármacos: se han empleado diversos tipos de fármacos en el tratamiento de la obesidad. Orlistat inhibe parcialmente la acción de la lipasa pancreática. Sibutramina, a su vez, inhibe la recaptación de serotonina y noradrenalina, incrementando el gasto calórico. Ambos fármacos consiguen el objetivo de facilitar una pérdida moderada de peso, empleados simultáneamente con dietas moderadamente hipocalóricas. Siempre debe ser tu médico el que te prescriba un fármaco de este tipo,  y solo si es necesario. Bajo ningún concepto puede recomendarse el empleo de píldoras adelgazantes que producen graves complicaciones endocrinológicas, cardiovasculares, electrolíticas y neuropsiquiátricas. La semaglutida (Ozempic o Wegovy) y la tirzepatida (Zepbound o Mounjaro) forman parte de una nueva generación de fármacos que inicialmente se destinaron al tratamiento de la diabetes tipo 2 y que también ayudan a adelgazar. Estos medicamentos pueden reducir los niveles de azúcar en sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina, y además ayudan a controlar el peso porque interactúan con zonas del cerebro que activan la sensación de saciedad.
  • Psicoterapia reglada: los resultados se obtienen mediante el empleo de técnicas de modificación de conducta, perfectamente estandarizadas, siendo los resultados más satisfactorios en aquellos pacientes menos influenciables y dependientes de sucesos exteriores a ellos en el condicionamiento de su comportamiento alimenticio. Identificar las situaciones o factores que te llevan a comer más o peor es el primer paso para cambiarlas.
  • Medidas de tratamiento quirúrgico: las posibilidades abarcan varios enfoques fisiopatológicos diferentes. Se puede actuar en la desconexión del eje hipotálamo-digestivo, por ejemplo mediante el bloqueo del nervio vago, consiguiéndose disminuciones significativas del apetito. También pueden utilizarse técnicas endoscópicas dirigidas a conseguir la disminución del volumen gástrico, por ejemplo con la inserción de un pequeño globo de agua en el estómago.

    Otra opción pasa por la cirugía bariátrica, solo recomendable en los casos más extremos (obesidad mórbida), ya que puede incurrir en diversos riesgos, como es el caso del bypass gástrico, que puede aplicarse dentro de las técnicas derivativas, la colocación de una banda gástrica, o de una manga gástrica.

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Tratamiento de la obesidad

Consejos para prevenir el sobrepeso y la obesidad

El sobrepeso y la obesidad se pueden prevenir en la mayoría de los casos, evitando así el desarrollo de las enfermedades no transmisibles vinculadas. A nivel individual se pueden seguir estos consejos: 
  • Reducir la ingesta de calorías procedente de grasas y azúcares, y aumentar el consumo de verduras, frutas, cereales integrales, legumbres y frutos secos.
  • Practicar ejercicio regularmente; en concreto, la OMS recomienda que los jóvenes dediquen al menos 60 minutos al día y los adultos un mínimo de 150 minutos a la semana. Césc Escolá, entrenador de Operación Triunfo y Muévete en casa y autor de Mucho más que fitness, recomienda "entrenar cuerpo y mente de una forma estructurada y equilibrada" para tener un buen presente, pero también un buen futuro, "trabajando la fuerza, la capacidad cardiovascular y la flexibilidad, y complementar el entrenamiento con una buena alimentación", y propone encontrar la motivación para salir del "bucle del sofá".
  • Planificar los menús semanales. Puedes destinar uno o dos días a cocinar los platos de toda la semana, y así evitar recurrir a alimentos ultraprocesados.
  • Seguir el método del plato favorece una alimentación equilibrada, porque te enseña cuál es la cantidad más adecuada de cada tipo de alimento que debes tomar en cada comida.
  • Aprender a leer las etiquetas "para conocer si los productos llevan azucares añadidos, si las grasas que contienen son las mejores para mí…", es uno de los consejos que ofrece Ángela Quintas, licenciada en Ciencias Químicas y máster en Dietética y Nutrición Humana, que te ayudará a limitar la ingesta de calorías vacías y a tener una dieta saludable.

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Además de las medidas que puede adoptar cada persona, también es necesario que los Gobiernos proporcionen una información veraz sobre lo que constituye una alimentación equilibrada, apoyen la práctica de actividades físicas y faciliten el acceso a los alimentos saludables. La industria alimentaria también desempeña un papel clave para promover el consumo de estos alimentos porque, según la OMS, puede:
  • Reducir el contenido de grasas, azúcar y sal de los alimentos procesados.
  • Limitar la producción de alimentos ricos en azúcar, sal y grasas, especialmente los destinados a niños y adolescentes, y sustituirlos por opciones alimentarias saludables.

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