Párkinson
El párkinson es una enfermedad degenerativa crónica que se manifiesta generalmente por temblores incontrolables, pero hay otros síntomas que pueden ayudar a detectarla precozmente, conócelos y cómo se manejan.

Tipos de párkinson

Por: Sergio García Escrivá

Licenciado en Farmacia

Por: José González Sancho

Periodista especializado en salud y bienestar

Actualizado: 11 de abril de 2024

Existen varios tipos de párkinson. La principal diferencia es la causa de la aparición de la enfermedad, ya que las características más importantes son comunes a todos los tipos, con independencia de la causa.

Las formas más frecuentes de la enfermedad se pueden clasificar en párkinson primario y párkinson secundario.

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Párkinson primario

El párkinson primario es la forma más común de la enfermedad, representando aproximadamente el 85% de los casos. El párkinson primario es aquel que se adquiere sin más. Es decir, se caracteriza por ser idiopático, lo que significa que su causa exacta es desconocida, y no está causado por otra patología o por un producto químico, aunque se cree que es una combinación de factores genéticos y ambientales. Dentro del párkinson primario, también se pueden distinguir subtipos basados en los síntomas predominantes o en la progresión de la enfermedad, aunque esta clasificación es más clínica y no está universalmente establecida. Algunos de estos subtipos de párkinson primario incluyen:

  • Párkinson familiar o genético. Relativamente raro. Existen ciertas mutaciones genéticas que elevan la probabilidad de desarrollar la enfermedad de Parkinson o incluso pueden ser la causa directa de la misma. Estos cambios en el ADN pueden pasar de generación en generación, lo que implica que la enfermedad tiene un componente hereditario, que se ha dado en llamar Parkinson familiar. La manera específica en que se presenta el párkinson hereditario y el modo de transmisión varían según la mutación genética involucrada.
  • Idiopático o esporádico. No tiene base genética. Es el más frecuente.
  • Inicio joven: se refiere a los pacientes diagnosticados antes de los 50 años. Dado que es más común en mayores de 60 años, estos pacientes más jóvenes suelen tener dificultades para ser diagnósticados. En estos casos suele haber antecedentes familiares y la progresión de la enfermedad suele ser algo más lenta.
  • Tipo temblor predominante: donde el temblor es el síntoma principal y los otros síntomas motores son menos evidentes.
  • Asociado a otros proceso neurodegenerativos: alzhéimer con parkisonismo; atrofia o degeneración de otras estructuras relacionadas con los ganglios basales…
  • Trastornos genéticos que pueden producir manifestaciones de párkinson puntualmente: enfermedad de Wilson (una patología del metabolismo del cobre de origen genético, que hace que este se acumule en el Sistema Nervioso Central, el hígado y otros órganos); enfermedad de Huntington...
  • Otros trastornos: de origen vascular (en los vasos sanguíneos que alimentan los ganglios basales, la sustancia negra, el núcleo estriado); hidrocefalia; parálisis cerebral.

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Tipos de párkinson

Párkinson secundario

El párkinson secundario se refiere a los síntomas de párkinson que son resultado directo de otra causa identificable. Estas causas pueden incluir, pero no se limitan a otra patología, medicamentos o tóxicos:

  • Parkinsonismo inducido por medicamentos: es muy importante, ya que posiblemente el motivo más frecuente de desarrollo de síntomas de parkinsonismo secundario es el consumo de ciertos medicamentos, ya sean por prescripción médica como por auto-medicación. Hay varios medicamentos que pueden originar la aparición de estos signos y síntomas. Pero, generalmente, los síntomas desaparecen cuando se deja de tomar el medicamento que los está produciendo. Entre los medicamentos que pueden provocar párkinson destacan: algunos antipsicóticos y neurolépticos (medicamentos usados para ciertas enfermedades mentales); algunos antieméticos (para los vómitos), como la metoclopramida; la alfa-metildopa (para la hipertensión arterial); carbonato de litio (para los trastornos bipolares); ácido valproico (un antiepiléptico)… Es preciso consultar siempre al médico o farmacéutico si se sospecha que algún medicamento está provocando síntomas o signos de parkinsonismo.
  • Traumatismo craneal repetido: como el que desarrollan algunos boxeadores, debido a los golpes recibidos de forma reiterada.
  • Enfermedades infecciosas o postinfecciosas: como la neurosífilis (es el momento en que la sífilis afecta al cerebro); o el párkinson que puede desarrollarse en el periodo de tiempo posterior a una encefalitis (infección del cerebro).
  • Enfermedades cerebrovasculares: pequeños infartos en áreas específicas del cerebro pueden provocar síntomas parkinsonianos.
  • Trastornos metabólicos: como la enfermedad de Wilson, la degeneración hepatocerebral adquirida, enfermedades paratiroideas (fundamentalmente hipo y pseudohipoparatiroidismo), enfermedad de Fahr (calcificación idiopática de los ganglios de la base), alteraciones del metabolismo del ácido fólico, hipoxia, mielinolisis extrapontina.
  • Parkinsonismo inducido por toxinas: cianuro, metanol, monóxido de carbono o manganeso.
  • Degeneración estriatonigral: la sustancia negra del cerebro es la única levemente afectada, mientras otras áreas del cerebro muestran daños más severos.

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Es crucial diferenciar entre párkinson primario y secundario, ya que el manejo y pronóstico pueden variar significativamente. El tratamiento del párkinson secundario se centra en abordar la causa subyacente cuando es posible, mientras que el manejo del párkinson primario se orienta hacia el alivio de los síntomas y la mejora de la calidad de vida.

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