Alud
Los aludes o avalanchas son uno de los fenómenos más peligrosos que se pueden experimentar al realizar actividades en la montaña. Te explicamos cómo prevenirlos y cómo actuar si eres víctima o testigo de uno.

Qué es un alud

Riesgo de alud, cómo actuar ante una avalancha de nieve

Esquiadores y montañeros son las principales víctimas de aludes o avalanchas.

Por: Alicia Díaz

Enfermera, experta en Primeros Auxilios

Actualizado: 5 de septiembre de 2022

La llegada del frío supone un cambio en las actividades que realizamos, y mucha gente aprovecha para practicar deportes de invierno, como el esquí o el snowboard. Sin embargo, algunas personas se inician en estos deportes sin planificarse o informarse sobre riesgos como los aludes o avalanchas de nieve, uno de los fenómenos más peligrosos que pueden experimentar los deportistas que acuden a la montaña. Alrededor del 97% de las víctimas de aludes fallecieron en actividades recreacionales, principalmente montañeros y esquiadores. Por ello, es muy importante conocer los riesgos, aprender cuándo es más segura la montaña y, por supuesto, saber cómo actuar en caso de avalancha o alud.

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Qué es un alud y tipos de avalancha de nieve

Cuando la nieve cae en las montañas se va acumulando en diferentes capas, formando lo que se llama manto nivoso. Estas capas de nieve sufren cambios dependiendo de las condiciones atmosféricas, como temperatura, humedad, presión…, y de características del terreno como la inclinación. Debido a esto la constitución de las capas puede variar, hasta tal punto que el manto se fractura y se desplaza ladera abajo, y a esto lo llamamos avalancha de nieve o alud.

Avalancha de nieve

Dependiendo de cómo sea el desplazamiento, vamos a encontrar tres tipos diferentes de aludes:

  • De nieve reciente: cuando se ha producido una nevada intensa en muy poco tiempo, las partículas de nieve no tienen tiempo de cohesionarse entre si, por lo que se forma una capa de polvo de nieve muy inestable, que en el momento en que se rompa el equilibrio empieza a deslizarse, arrastrando en su camino toda la nieve recién caída en la superficie y causando una reacción en cadena. El resultado es un alud que avanza a grandes velocidades, unos 100 km/h aproximadamente, muy peligroso y potencialmente mortal, pues la nieve tan fina se introduce por las vías respiratorias y acaba provocando asfixia con facilidad.
  • De placa: son los más comunes, y consisten en el deslizamiento de una de las capas del manto nivoso sobre otra más antigua. Es como si ponemos dos placas de hielo una encima de otra y las inclinamos, es muy probable que la placa superior se deslice sobre la de abajo. Son peligrosos porque puede parecer que el terreno es estable, y sin embargo cuando los montañistas o esquiadores pasan por encima, la placa se sobrecarga y se rompe dando lugar a un alud de placa.
  • De fusión: son más típicos en primavera, cuando comienza a calentar el sol y el manto superior se funde, de manera que el agua se cuela entre las capas inferiores y las inunda, volviéndolas muy inestables. Aunque estas avalanchas no alcanzan velocidades tan elevadas, tienen un alto poder destructivo debido a la cantidad y la densidad de la nieve, siendo los traumatismos el mayor peligro de este fenómeno.

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Creado: 25 de enero de 2016

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