Lesiones maxilares
Los huesos maxilares sufren lesiones de importancia, como fracturas y luxaciones, debido a que en la cara se encuentran estructuras delicadas. Conoce los primeros auxilios a aplicar en estos casos.

Qué hacer y qué no hacer ante una lesión maxilar

El uso de casco puede reducir el riesgo de lesión maxilar

El uso de cascos y protecciones, tanto en el trabajo como en el deporte, es indispensable para reducir el riesgo de lesión al máximo.

Por: Alicia Díaz

Enfermera, experta en Primeros Auxilios

Actualizado: 5 de agosto de 2022

Las lesiones de mandíbula se consideran una urgencia médica debido a que se pueden poner en riesgo las vías respiratorias con posibles obstrucciones o hemorragias. El objetivo de los primeros auxilios va a ser reducir estos riesgos al mínimo y asegurar que la lesión no se agrava mientras se busca asistencia médica.

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Las actuaciones de primeros auxilios son similares en las fracturas y las luxaciones de mandíbula. Lo más importante es tener en cuenta una premisa fundamental:

  • Nunca intentar corregir la posición de la mandíbula. Esto solo lo debe hacer un profesional sanitario. Muchas veces antes de reducir la luxación o fractura son necesarias pruebas de rayos X.

Una vez comprendido este concepto, se analiza la gravedad de la lesión y se actúa en consecuencia. A veces no es posible distinguir qué tipo de lesión es, así que por norma general para cualquiera de las dos estos son los pasos a seguir:

  • En primer lugar es importante asegurar la permeabilidad de la vía aérea, es decir, que la persona pueda respirar sin problemas. Si está consciente que permanezca en posición de sentado con la cabeza ligeramente inclinada hacia adelante, por si hay hemorragia que no se trague la sangre y se pueda detectar a tiempo. Si está inconsciente se le colocará en posición lateral de seguridad.
  • Normalmente debido al dolor la persona mantiene los dientes apretados y la mandíbula inmóvil, pero para asegurar la inmovilidad se puede atar una venda o un paño a la cabeza. La venda debe ser fácil de quitar en caso de que se sientan ganas de vomitar.
  • Para reducir el dolor y al inflamación se pueden aplicar paños fríos o hielo, pero nunca en contacto directo con la piel.
  • Si la víctima está inconsciente, en el momento de traslado se puede sujetar la mandíbula para mantenerla en posición y que la boca no se abra.
  • El tratamiento final de la luxación es su recolocación por parte de un profesional sanitario, seguido de reposo y dieta blanda durante unas seis semanas.
  • En caso de las fracturas maxilares, si son leves se curan solas, y si son más graves pueden llegar a requerir intervención quirúrgica.

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Complicaciones y prevención de lesiones maxilares

Las principales complicaciones de este tipo de accidentes son la hemorragia y el hecho de que afecte a las vías respiratorias; si se da alguno de estos problemas la asistencia médica inmediata se hace fundamental. Especialmente las hemorragias en ocasiones son difíciles de detectar, ya que la persona tiende a tragar la sangre de manera instintiva, y solo si la vomita se sabe qué cantidad ha ingerido.

Radiografía de una lesión maxilar

Aunque es imposible predecir los accidentes, siempre se pueden prevenir lo máximo posible. El uso de cascos y protecciones, tanto en el entorno de trabajo como en el deporte, sobre todo en aquellos con riesgo de impacto en dicha zona, es indispensable. Siempre es posible reducir los riesgos al mínimo.

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Creado: 25 de mayo de 2015

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