Síntomas de una fractura nasal
Actualizado: 28 de junio de 2022
Para determinar si efectivamente la lesión es consecuencia de una fractura debemos estar atentos a los signos y síntomas clínicos típicos de una fractura nasal que presenta el accidentado:
- Dolor: la nariz duele y aumenta la sensación cuando se toca.
- Sangrado: la cantidad de sangre depende de la gravedad de la fractura y de los vasos sanguíneos que se hayan roto. Puede variar, desde algunas gotas a un chorro continuado.
- Edema y hematoma: cuando se acumulan los líquidos y la sangre en la zona lesionada ésta se inflama, en caso de los hematomas quiere decir que hay sangre acumulada, y no solamente se presentan en la nariz sino que pueden extenderse hacia otras partes de la cara como los ojos. Este fenómeno es más notable al cabo de una o dos horas después de haberse producido la lesión, se caracteriza también por la dificultad y el dolor al respirar.
- Deformación: si la fractura es en el tabique es posible que la nariz se vea deformada, desviada hacia un lado o más ancha de lo normal. A veces cuando se intenta mover la nariz se puede oír un sonido como de crujido.
Estas son las señales principales de que la nariz está rota, aunque no se confirme el diagnóstico hasta que en un centro médico se lleve a cabo un examen de rayos X.
Dependiendo de la severidad de la fractura nasal puede ser necesario realizar una tomografía computerizada para observar los ojos y el cerebro, pues podrían haber sido afectados.
Síntomas de alarma en una fractura nasal
Ante una fractura de nariz, se necesitará inmediata atención médica si se detectan los siguientes signos o señales de alarma:
- La hemorragia no cesa al cabo de varios minutos.
- Por la nariz sale un líquido transparente, esto es señal de que el cerebro se ha dañado.
- Existe pérdida de visión de cualquier tipo.
- La persona tiene demasiada dificultad al respirar.
- Se observa una inflamación dentro de la nariz, parecida a una uva, debida a la acumulación de sangre dentro del tabique. Esto se llama hematoma septal, y se necesita drenar.
En todo caso, nunca se debe intentar reducir una fractura. Esto solo puede llevarlo a cabo un especialista y bajo ciertas condiciones.
Tampoco se ha de mover a la persona si se sospecha de una lesión en el cuello o la espalda.
En definitiva, las complicaciones más importantes en un accidente de este tipo son la pérdida excesiva de sangre y el hematoma septal. Si la persona está estable se debe acudir a un centro médico para confirmar qué tipo de fractura es. Recordar que una actuación temprana aumenta exponencialmente la posibilidad de éxito y la capacidad de recuperación.
Creado: 6 de mayo de 2015