Qué es una biopsia hepática
Por: David Saceda Corralo
Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología
Actualizado: 5 de septiembre de 2022
El hígado es uno de los órganos más grandes del cuerpo humano. Se encuentra en el abdomen, conectado al tubo digestivo, y realiza multitud de funciones. Entre las funciones más importantes están la secreción de bilis, la depuración de toxinas y la síntesis de factores de la coagulación. La biopsia hepática consiste en tomar un trozo del tejido que conforma este órgano para estudiarlo al microscopio y comprobar si existen alteraciones a nivel celular.
Se trata de una prueba que se realiza frecuentemente para el estudio de alteraciones del hígado como la cirrosis, la hepatomegalia o el hepatocarcinoma. Se utiliza desde 1939 gracias a los doctores Ilvesen y Roholm de Copenhague; desde entonces se han conseguido diagnosticar enfermedades que a principios del siglo XX no estaban bien clasificadas.
Se trata de una técnica invasiva, pero poco agresiva, y se realiza rápidamente sin necesidad de un ingreso hospitalario. Dura menos de media hora y permite conocer la enfermedad del paciente profundamente para proporcionarle el tratamiento más adecuado.
Sus riesgos son similares a los de otros tipos de biopsia; es una prueba que provoca cierto dolor, aunque menos que hace unos años gracias a las técnicas actuales, que han conseguido disminuirlo, tanto en intensidad como en duración (sólo dura unos pocos segundos). Aunque parece que el hígado tiene un acceso sencillo no es fácil llegar a él, ya que la pared abdominal está formada por varias capas de músculos y las costillas también son un impedimento. Además, está el riesgo de perforar un pulmón o rasgar el hígado, por eso hoy en día esta prueba se realiza bajo control ecográfico.
Creado: 13 de junio de 2014