Colposcopia
La colposcopia se considera el segundo paso de cribado precoz del cáncer de cuello de útero tras la citología cervical. Incluso permite hacer biopsias para estudiar estas lesiones o extirparlas directamente.

Colposcopia

Una doctora usa un colposcopio para observar el cuello uterino de una paciente

El colposcopio es un instrumento que permite observar con detalle el cuello del útero.

Por: Dr. Pablo Rivas

Especialista en medicina interna

Actualizado: 18 de octubre de 2023

Qué es una colposcopia

La colposcopia es una prueba médica con la que se puede examinar y ver de forma ampliada la superficie del cuello del útero o cérvix (que es la zona más baja del útero, que conecta este órgano con la vagina, y mide alrededor de 2,5-3,5 cm de largo), gracias al empleo de un colposcopio, un dispositivo similar a un microscopio provisto de luz y lentes de aumento que permiten al médico observar con detalle el interior del cuello uterino y otras áreas como la vgina y la vulva de la mujer.

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La colposcopia es una herramienta importante en la detección temprana y el seguimiento de problemas cervicales. Así, esta prueba sirve para detectar cambios anormales en el tejido que podrían indicar problemas como infecciones o identificar de forma precoz posibles lesiones que se sabe que son precursoras de un cáncer, o lesiones ya cancerosas (cáncer cervical).

También permite tomar biopsias (extraer muestras) de las zonas que resulten sospechosas para estudiarlas posteriormente en el laboratorio, e incluso se pueden extirpar estas lesiones, solucionando así el problema.

Por lo general, una colposcopia se realiza en respuesta a resultados anormales en las pruebas de Papanicolaou (Pap) o pruebas de detección del virus del papiloma humano (VPH), pero también puede ser recomendada por otros motivos relacionados con la salud ginecológica de la paciente como veremos a continuación.

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¿Cuándo debe hacerse una colposcopia?

La colposcopia se suele pedir o realizar en diversas situaciones relacionadas con la salud ginecológica de una mujer. Estas son las más comunes:

  • Resultados anormales en una prueba de Papanicolaou: generalmente, se hace una colposcopia cuando a la mujer se le ha realizado previamente una citología de cérvix –también conocida como test de Papanicolaou– en la que se han detectado células anormales que podrían ser cancerosas o precursoras de cáncer de cuello de útero. De hecho, esta prueba se considera el segundo paso de cribado del cáncer de cuello de útero tras la citología vaginal.
  • Pruebas de detección positivas para el virus del papiloma humano (VPH): si una mujer tiene resultados positivos en las pruebas de detección del virus del papiloma humano (VPH) y, además, presenta ciertos factores de riesgo o síntomas, se puede realizar una colposcopia para evaluar las posibles lesiones cervicales relacionadas con el VPH. Igualmente, sirve para controlar periódicamente a aquellas pacientes que tengan antecedentes de infección por VPH (virus del papiloma humano), o cáncer.
  • Problemas cervicales conocidos: a veces se solicita esta prueba cuando el médico sospecha la presencia de alguna patología cervical tras una revisión ginecológica, como una infección o inflamación cervical, una neoplasia intraepitelial cervical (NIC) o displasia, pólipos…o bien cuando la paciente tiene antecedentes conocidos de problemas cervicales, y se solicita una colposcopia para indigar en la causa que los provoca o para el seguimiento de estos problemas cervicales previamente diagnosticados.
  • Síntomas anormales: si una mujer experimenta síntomas como sangrado anormal después de las relaciones sexuales, sangrado entre períodos menstruales o sangrado posmenopáusico, el especiaista puede aconsejar una colposcopia para evaluar la causa de estos síntomas.
  • Vigilancia después de procedimientos cervicales previos: tras someterse a ciertos procedimientos cervicales, como una conización o una escisión electroquirúrgica (LEEP), es posible que se realice una colposcopia de seguimiento para asegurarse de que no haya recurrencia de lesiones cervicales.
  • Historial de infecciones de transmisión sexual (ITS): rn algunas situaciones, especialmente si una mujer tiene un historial de infecciones de transmisión sexual, el médico puede recomendar una colposcopia como parte de la evaluación de la salud ginecológica.

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Preparación para realizar una colposcopia

Preparación para la colposcopia

Estas son las cuestiones que debes tener en cuenta a la hora de someterte a una colposcopia:

  • Duración: la prueba se realiza en 10-15 minutos, aunque puede llevar más tiempo si se realiza algún tratamiento.
  • Ingreso: la prueba se suele hacer de forma ambulatoria y el paciente se puede ir a casa el mismo día tras su realización.
  • ¿Es necesario ir acompañada?: no hace falta ir acompañado aunque puede ser de ayuda si le hace sentirse más relajada.
  • Medicamentos: no es necesario tomar ningún medicamento previo para hacerse esta prueba. Puede tomar su medicación habitual. En caso de estar tomado anticoagulantes consulte con su médico.
  • Comida: no hace falta ir en ayunas.
  • Ropa: puede llevar la ropa que desee.
  • Documentos: antes de la realización de una colposcopia el médico le explicará la prueba y le facilitará una hoja informativa (consentimiento informado), que deberá firmar, y en la que se detalla el procedimiento y posibles efectos secundarios asociados. Lea este documento atentamente y haga al médico todas las preguntas que considere necesarias antes de fimarlo.
  • Contraindicaciones: no conviene realizar una colposcopia durante la menstruación, pues la presencia de sangre puede interferir en la exploración. No hay que tener relaciones sexuales, colocar ningún producto dentro de la vagina, ni hacerse duchas vaginales, durante las 24 horas anteriores a la prueba.
  • Embarazo y lactancia: no contraindican la realización de la prueba aunque conviene comentarle al médico la posibilidad de que esté embarazada.

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Respecto a otras consideraciones, recuerda que puedes estar más cómoda si vacía la vejiga y el intestino antes de la prueba.

Procedimiento colposcopia

Cómo se hace una colposcopia

La colposcopia se realiza por medio de un microscopio especial llamado colposcopio. A través del colposcopio se consigue ver el cuello del útero al final de la vagina de forma muy ampliada.

Durante la prueba la mujer se tumba boca arriba en una camilla especial con las piernas separadas. Se introduce un espéculo para separar las paredes vaginales. El médico observa el cuello del útero y tiñe su superficie con distintos líquidos, como el ácido acético o el lugol, para resaltar zonas en las que puede haber células anormales. Estas regiones sospechosas se pueden biopsiar para estudiarlas posteriormente o, en ocasiones, se pueden eliminar en su totalidad.

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Se toman muestras empleando unas pinzas o, si no hay lesiones visibles, se raspa suavemente el interior del cuello del útero para tomar una muestra. A veces se puede realizar un tratamiento de la zona sospechosa con distintos instrumentos (por medio de calor, frío, extirpación de la lesión, etcétera).

Complicaciones de la colposcopia

Las complicaciones de la colposcopia son extremadamente raras, y el riesgo de infección es muy bajo.

No es una prueba dolorosa, y la introducción del espéculo no suele resultar molesta si la mujer se encuentra relajada.

Se puede sentir un ligero escozor cuando el médico tiñe el cuello con ácido acético o lugol para resaltar las zonas anormales. Además, se puede notar algún leve pellizco o calambre en la región pélvica si se toman biopsias o se realiza algún tratamiento sobre el cuello.

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Durante la prueba, o después de la misma, puede existir algo de sangrado.

Después de la colposcopia

Tras la colposcopia, la mayoría de las mujeres pueden hacer una vida normal.

Cuando se ha tratado alguna lesión, se suele aplicar una pasta que facilita la cicatrización y que puede producir un flujo marronáceo durante unos días.

Si se han realizado intervenciones sobre el cérvix conviene no usar tampones, no poner nada en la vagina, ni tener relaciones sexuales al menos durante una semana tras la prueba, o hasta que se lo indique su médico. Su médico también le puede recomendar no levantar pesos ni hacer ejercicios vigorosos durante unos días.

Esta prueba no le impedirá quedarse embarazada en el futuro.

Si tras la realización de la prueba aparece sangrado o dolor abdominal importante, flujo vaginal maloliente, fiebre, o cualquier otro síntoma que le preocupe, debe consultar con su médico.

Resultados de la colposcopia: qué indican

Los resultados de una colposcopia se obtienen generalmente poco después de que se realiza el procedimiento o en una cita de seguimiento. Así, algunos médicos pueden proporcionar resultados preliminares de la colposcopia de inmediato. En este caso, te informarán si observaron alguna anomalía visible en el cuello uterino durante la prueba. En otros casos, el médico puede programar una cita de seguimiento después de la colposcopia para discutir los resultados. Esto puede ser necesario si se tomaron biopsias durante el procedimiento y se necesita tiempo para que los patólogos analicen las muestras. En este caso, el resultado del estudio de las muestras que hayan podido tomar durante una colposcopia suele estar disponibles en dos o tres semanas.

Los resultados pueden variar desde benignos (sin anomalías importantes) hasta indicativos de lesiones precancerosas o cáncer de cuello uterino. En casos de anormalidades, el médico discutirá las opciones de tratamiento y seguimiento adecuadas. Aunque hay diversas clasificaciones, el resultado de la colposcopia se suele informar de la siguiente manera:

  • Hallazgos normales: si no se observan anomalías notables en el cuello uterino durante la colposcopia, se considera un resultado normal. En este caso, puedes estar tranquila y seguir con tus revisiones habituales, es posible que no se necesite ningún tratamiento adicional.
  • Hallazgos anormales: se especifica el territorio que afectan (por dentro del canal del cuello del útero o por fuera), el tipo de hallazgo (vasos anormales, punteados, etcétera), y si la alteración es más o menos importante.
  • Sospecha de cáncer invasor: cuando haya una lesión sospechosa de cáncer que sobrepasa la superficie del cuello y se meta hacia el interior.
  • Colposcopia insatisfactoria: cuando no se ha podido realizar bien la técnica.
  • Hallazgos diversos: cuando se ve inflamación, úlceras, u otras patologías no relacionadas con el cáncer.
  • Resultados de biopsia: si se tomaron biopsias durante la colposcopia, los resultados de estas biopsias serán fundamentales para determinar si existen lesiones precancerosas o cancerosas en el cuello uterino.

Su médico le informará de los resultados de la prueba, y le indicará si precisa nuevas revisiones o si hay que realizar otros procedimientos. Es importante tener en cuenta que la colposcopia es una herramienta de diagnóstico importante para detectar problemas potenciales en el cuello uterino, pero no proporciona un diagnóstico definitivo. Los resultados de una colposcopia se utilizan para guiar el siguiente paso en la evaluación y tratamiento, si es necesario.

Creado: 19 de septiembre de 2012

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