Cómo se hace la biopsia de médula ósea
Por: David Saceda Corralo
Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología
Actualizado: 28 de junio de 2022
En primer lugar, el médico valorará en una consulta previa si es necesario o no realizar una biopsia de médula ósea. Si lo considera necesario te informará de por qué lo piensa, cómo se realiza, qué información nos puede aportar y cuáles son los posibles riesgos. Te entregará un documento de consentimiento informado donde se resumen las características principales y tendrás que firmarlo si estás de acuerdo con su realización.
La biopsia de médula podrá realizártela ese mismo día o en otra cita distinta. Cuando se vaya a realizar te pedirán en primer lugar que te cambies de ropa y vistas una bata cómoda para ti y para el doctor que te realice la prueba. Acto seguido te medirán todas las constantes vitales como la tensión arterial, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria y temperatura, para comprobar que estás en óptimas condiciones de someterte a la prueba.
A veces te colocarán una vía venosa en el brazo por si hubiese que introducir algún medicamente durante la realización de la prueba, aunque no es frecuente. En ocasiones te ofrecerán algún fármaco relajante para que permanezcas sedado durante la prueba, es recomendable si estás nervioso o tienes eres especialmente sensible al dolor.
Una vez preparado te pedirán que te tumbes en una camilla en una posición que facilite la realización de la prueba. Los huesos donde se suele hacer la biopsia son el esternón (en el centro del pecho), la cresta iliaca (en la cadera), la tibia (en la pierna) y las vértebras (en la espalda). Habitualmente se toma la biopsia de la cresta ilíaca, si no hay impedimentos, así que te pedirán que te coloques tumbado de lado y que te relajes.
Para proceder a la biopsia, lo primero que harán será limpiar la piel de donde se haga con alcohol o compuestos de yodo. Así eliminarán los gérmenes contaminantes de la superficie de la piel. Después inyectarán un anestésico desde la superficial y hasta planos más profundos. Notarás un ligero pinchazo de la aguja y después una sensación de quemazón justo en el momento en el que se mete la anestesia. Así, esa zona del cuerpo quedará dormida e insensible.
Entonces introducirán una aguja más larga para llegar hasta el hueso y atravesarlo, en ese momento notarás una presión muy fuerte en el hueso, para algunas personas es doloroso y para otras es simple presión intensa. La aguja primera realizará un aspirado para coger sangre y células sueltas, después cogerá un pequeño cilindro de tejido.
Una vez realizada la biopsia retirarán las agujas. Es normal que el punto de punción sangre un poco, se debe aplicar presión continuada durante unos minutos para parar el sangrado. Después te colocarán un vendaje o un apósito compresivo y estarás listo para irte a casa. No hará falta que esperes a los resultados ya que necesitan ser procesados durante un tiempo y a simple vista no se puede apreciar ninguna alteración. El vendaje deberás mantenerlo durante al menos dos días, es normal que los días posteriores a la prueba tengas dolor en la zona y necesites tomarte algún analgésico que te recetará tu médico.
Complicaciones de la biopsia de médula ósea
Todas las biopsias entrañan riesgos al ser pruebas que invaden los órganos corporales, aunque sea levemente. Suelen ser complicaciones poco frecuentes y en la mayoría de los casos tienen fácil solución. Pueden aparecer durante o después de la prueba, siempre que surjan debes acudir a urgencias.
Algunas de las complicaciones más comunes en la biopsia de la médula ósea son:
- Sangrado del punto de la biopsia.
- Infección local con fiebre.
- Dolor incontrolable.
- Reacción a la anestesia durante la realización de la prueba.
- Perforación de otros órganos (muy improbable).
Creado: 4 de octubre de 2013