Mesa basculante
La prueba de la mesa basculante se emplea para estudiar el origen de desvanecimientos, desmayos y síncopes, y comprueba si el corazón es capaz de responder a cambios de tensión y de gravedad correctamente.

Cómo se hace la prueba de la mesa basculante

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

En primer lugar, el médico valorará si puede ser útil realizar la prueba de la mesa basculante. En muchos casos de desmayo no hará falta realizarla, porque la herramienta más útil para conseguir un diagnóstico correcto es la entrevista clínica entre el paciente y el médico. Los síntomas que se manifiestan antes del desmayo y las características del mismo pueden orientar el manejo terapéutico perfectamente. Cuando se desea estudiar el corazón por una sospecha fundada de alteraciones cardíacas se realizará la prueba de la mesa basculante.

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Te citarán un día para realizarte la prueba y te explicarán las medidas básicas que debes saber para someterte a la misma. El día de la prueba debes realizar una vida normal, evitando comer cuatro horas previas como mínimo, o acudiendo en ayunas si es por la mañana. Lo mejor es que llegues al hospital una hora antes del inicio de la prueba, para estar tranquilo y no ponerte nervioso.

Allí te darán un pijama para que estés más cómodo, y te pedirán que te tumbes en una especie de camilla o mesa en posición horizontal y boca arriba. Te colocarán una serie de sensores en la piel del tórax, brazos y piernas; es el electrocardiograma. También te darán un pequeño pinchazo en uno de los codos para colocarte una vía intravenosa, y en el otro brazo te colocarán el manguito del tensiómetro. Después comprobarán que todos los instrumentos funcionan y captan correctamente las medidas a estudiar. Antes de iniciar la prueba te rodearán con unos cinturones para que estés atado a la camilla. No te preocupes, gracias a ellos no te caerás de la mesa cuando se incline.

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La primera parte de la prueba se realiza sin fármacos. Consiste en inclinar la mesa 30º, con la cabeza ligeramente más elevada que los pies. Así te mantendrán 5 minutos y después inclinarán aún más la mesa hasta los 60º. En esa posición estarás 45 minutos. Si tienes algún síntoma durante ese tiempo (mareo, náuseas, visión borrosa, etcétera) debes comunicarlo. Si en ese tiempo se visualizan alteraciones en el electrocardiograma o en la tensión arterial la prueba finalizará y no será necesario pasar a la siguiente fase.

Al inicio de la segunda parte de la prueba se inyecta a través de la vía intravenosa un fármaco similar a la adrenalina natural de tu cuerpo. La mesa se inclinará de nuevo 60º y estarás así durante 15 minutos. Es normal que notes que el ritmo cardíaco se acelera y que tienes palpitaciones en el pecho. Si tienes algún otro síntoma debes comunicarlo, y si hay alguna alteración en tus constantes cardiovasculares la prueba finalizará.

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Después de esta segunda parte la prueba habrá finalizado y podrás cambiarte de ropa, recoger tus cosas y marcharte a casa. Días después tendrás una cita con el cardiólogo, que interpretará los resultados de la prueba y te informará de los mismos.

Creado: 22 de abril de 2014

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