Cómo se hace la toracoscopia
Por: David Saceda Corralo
Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología
Actualizado: 29 de julio de 2022
En primer lugar se te citará en la consulta del cirujano torácico, quien valorará la enfermedad o alteración que presentas y si eres candidato a someterte a una toracoscopia. Te realizará un examen físico y te hará algunas preguntas. Es importante que le comuniques si fumas, y si es así deberás abandonar el tabaco varias semanas antes de la cirugía. En esa consulta te dirán qué medicamentos puedes tomar.
Cuando llegues al hospital el día de la cirugía pasarás a la antesala a quirófano, donde te anestesiarán para que no sientas ningún dolor durante toda la intervención. La anestesia será casi siempre general, por lo que estarás dormido y no recordarás nada después; en algunos pocos casos se realiza bajo anestesia local. Después se desinfectará la pared torácica y se cubrirá con una sábana quirúrgica con la que se limita la zona del tórax que se interviene. Normalmente te colocarán de lado, con un brazo levantado para tener acceso a la caja torácica cómodamente.
El cirujano realizará tres incisuras en la pared abdominal por las que introducirá la cámara, el gas que hincha el interior de la caja torácica, y otros instrumentos como pinzas o bisturís. Antes de eso, el pulmón del lado a operar se desinflará y no se permitirá el paso de aire en su interior. La cámara permite observar el interior del tórax, y el gas que se introduce es dióxido de carbono, igual que en la laparoscopia.
Una vez dentro, el cirujano podrá estudiar y explorar bien los pulmones, la pleura y los ganglios asociados. La técnica a realizar estará planeada antes de la cirugía, pero es frecuente que durante la misma se cambie de opinión por encontrar hallazgos que han pasado desapercibidos en la tomografía computarizada o resonancia magnética. Durante la cirugía el cirujano principal estará asistido por al menos otro cirujano más, y una enfermera que le aportará el material necesario. El anestesista estará en todo momento en quirófano atento a que tus constantes vitales estén bien.
La intervención se graba en vídeo para que el cirujano pueda volver a verla, y también para que otros puedan aprender. Si es necesario sacar algún trozo del interior del tórax se puede meter en bolsitas de plástico que después se extraen a través de una incisura más grande. Así es como se quitan los nódulos pulmonares solitarios o se hacen resecciones amplias de los pulmones. También así se cogen ganglios sospechosos de tener metástasis o infecciones.
Cuando la intervención termina, se extraen todos los instrumentos y las incisiones se cierran con puntos simples que se tapan con vendajes o apósitos. Siempre dejarán un tubo que sirve de drenaje de posibles sangrados internos o líquido intersticial inflamatorio.
Complicaciones de la toracoscopia
La toracoscopia es una técnica segura y muy usada hoy en día, pero no está exenta de riesgos, como sucede en todas las operaciones quirúrgicas. Las complicaciones más frecuentes son:
- Sangrado a través de las incisiones o dentro de la cavidad del tórax.
- Tromboembolismo pulmonar, por coágulos que viajan de las piernas a los pulmones.
- Infecciones de la herida quirúrgica en el postoperatorio; el antibiótico antes de la operación las evita en gran parte.
- Daño durante la operación de arterias, venas o árbol bronquial.
- Problemas provocados por la anestesia general (alergias, problemas respiratorios).
- Dificultad para que el pulmón se expanda, por acúmulo de sangre (hemotórax) o de aire (neumotórax).
- Neumonía.
Creado: 5 de septiembre de 2014