Cómo se realiza una ecografía abdominal
Actualizado: 29 de julio de 2022
Para realizar una ecografía abdominal le pedirán que se tumbe boca arriba en una camilla y que deje al descubierto el abdomen. No es necesario cambiarse de ropa. La prueba la hará generalmente un médico radiólogo en un cuarto en penumbra para permitir ver mejor las imágenes en la pantalla.
El médico le pondrá un gel en el abdomen para aumentar la conducción de las ondas de ultrasonido por la piel. Este gel puede estar algo frío. El médico pasará el transductor por las distintas partes del abdomen, lo cual no suele originar ningún dolor ni molestia, a menos que el médico tenga que apretar algo más fuerte en alguna área concreta del abdomen. El paso del ultrasonido no origina ninguna molestia. Es posible que tenga que cambiar algo de postura para permitir una mejor visualización de algún órgano. En caso de que sea necesario el estudio de algún vaso sanguíneo, el médico usará la técnica de la ecografía-doppler en la que se podrá oír un zumbido intermitente que corresponde al flujo sanguíneo del vaso estudiado. Tampoco notará ningún dolor ni molestia.
Tras finalizar la prueba le facilitarán un papel para limpiarse el abdomen de posibles restos de gel. Este gel tiene propiedades hidratantes por lo que no hay ningún problema en dejarlo o en extenderlo por el abdomen.
Complicaciones de una ecografía abdominal
La ecografía es una prueba muy segura. No se usan radiaciones ionizantes como en las radiografías o el TAC. Las ondas de ultrasonido no tienen ningún efecto perjudicial para el organismo, por lo que la prueba se puede repetir tantas veces como sea necesario sin causar ningún perjuicio. Es extremadamente raro que el gel que se usa para mejorar la conducción produzca alergia en la piel. En casos de problemas graves de la coagulación, el paso del transductor puede originar algún hematoma en la piel, aunque este hecho es extremadamente raro.
Creado: 18 de octubre de 2012