Cuándo se hace una laringoscopia
Por: David Saceda Corralo
Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
La laringoscopia es una técnica útil en las siguientes situaciones o problemas de salud:
- Estudio del dolor crónico de garganta: la laringoscopia sirve para identificar lesiones que provoquen dolor de garganta de más de tres semanas de evolución y que no responde al tratamiento médico habitual.
- Alteraciones de la voz: puede diagnosticar enfermedades de las cuerdas vocales. Antes de hacerla con este fin, se debe esperar tres semanas porque en muchos casos son laringitis transitorias que no requieren estudiar.
- Tos crónica: cuando una persona comienza a toser durante más de tres semanas o la tos habitual cambia de forma, se debe estudiar para comprobar que no alteraciones en la vía aérea superior.
- Sospecha de cáncer: la laringoscopia permite observar si hay tumores de las vías aéreas superiores, muy frecuentes en fumadores.
- Atragantamientos: confirma el bloqueo de la vía aérea superior por elementos extraños. En ocasiones permite llegar hasta ellos y extraerlos.
- Dificultad para tragar: esta prueba permite descartar lesiones físicas que dificulten la acción de tragar. Se puede observar en directo el movimiento de la musculatura faríngea.
- Toma de biopsias: en masas sospechosas de cáncer, pólipos de las cuerdas vocales o úlceras crónicas, se pueden tomar muestras con unas pequeñas pinzas o agujas.
- Intubar la vía aérea: los anestesistas o médicos intensivistas utilizan el laringoscopio en personas inconscientes para observar la vía aérea superior e introducir un tubo hueco que permite ventilar al paciente y mantener su respiración de manera artificial.
Creado: 26 de diciembre de 2013