Mamografía
Actualizado: 18 de octubre de 2023
Qué es una mamografía y para qué sirve
La mamografía es una radiografía de la mama que permite detectar de forma precoz la presencia de posibles anomalías en las mamas, especialmente el cáncer de mama. Es una radiografía especial, pues emite una dosis muy baja de radiación, y es capaz de detectar lesiones sospechosas de cáncer incluso menores a 100 micras de tamaño.
El procedimiento implica colocar la mama entre dos placas planas, donde se aplica presión para obtener imágenes detalladas del tejido mamario. Estas imágenes ayudan a identificar tumores, quistes, calcificaciones y otros cambios en el tejido mamario que puedan indicar la presencia de cáncer de mama o afecciones relacionadas.
La mamografía es una herramienta fundamental en la detección temprana del cáncer de mama, ya que puede identificar problemas en el tejido mamario antes de que se manifiesten síntomas visibles o palpables. La detección temprana aumenta las probabilidades de un tratamiento exitoso y mejora las perspectivas de supervivencia para las personas afectadas. Se recomienda que las mujeres se realicen mamografías de forma periódica, siguiendo las pautas y recomendaciones de sus profesionales de la salud.
¿Cuándo se debe realizar una mamografía?
Existen dos tipos de mamografía, la de cribado y la diagnóstica:
- La mamografía de cribado se realiza en mujeres asintomáticas. Permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su desarrollo, por lo que aumenta la probabilidad de realizar un tratamiento curativo de forma precoz. Aunque cambia en los distintos países, en general en España el cribado (en inglés screening) se recomienda de forma bianual (cada 2 años) en mujeres entre 50 y 69 años. Un nuevo enfoque de la Unión Europea sobre el cribado precoz del cáncer propone ampliar el límite e incluir a las mujeres de edades comprendidas entre los 45 y los 74 años.
A veces se recomienda realizar un cribado en mujeres menores de 40 años con una historia familiar de cáncer de mama, antecedentes de patologías mamarias, o mamas muy densas. La eficacia del cribado se ha demostrado claramente incluso en mujeres mayores de 80 años. - La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres sintomáticas, por ejemplo cuando hay un flujo anormal por el pezón, cuando se palpa un nódulo mamario o un bulto en la axila, si existe dolor mamario persistente o focalizado, si se detectan cambios en el tamaño, forma o textura de la mama, o cuando la mamografía de cribado no es normal. La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, pues se realizan radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente el posible tumor y el tejido circundante.
En mujeres con implantes mamarios o antecedentes personales de cáncer de mama muchas veces se realizan como cribado las técnicas propias de la mamografía diagnóstica para aumentar la sensibilidad de la prueba.
Preparación para la mamografía
La preparación para una mamografía implica seguir ciertas recomendaciones para garantizar que el procedimiento se realice de manera adecuada y se obtengan imágenes de alta calidad. Estas son las cuestiones que debes tener en cuenta a la hora de someterte a una mamografía:
Otras consideraciones a tener en cuenta ante una mamografía
A la hora de someterte a una mamografía ten también en cuenta las siguientes cuestiones:
- No utilice desodorante, polvos de talco, ni ningún tipo de loción o crema sobre las mamas o las axilas el día de la prueba, pues podría interferir con las imágenes mamográficas.
- El mejor momento para realizar la prueba es una semana después de la regla pues es cuando las mamas están menos sensibles.
- Conviene informar al médico del uso de tratamientos hormonales, antecedentes de cirugías sobre la mama, o si tiene antecedentes personales o familiares de cáncer de mama.
Cómo se hace una mamografía
Para la realización de la mamografía le pedirán que se desvista y se desprenda de joyas y objetos metálicos de cintura para arriba. Le facilitarán una bata desechable para cubrirse. Luego tendrá que colocarse frente a una máquina de mamografía, que consta de una placa plana y otra móvil. Se examina cada mama de forma individual. Para ello, se comprime la mama entre dos placas de plástico. Esta compresión permite obtener imágenes de calidad de toda la mama y con menos dosis de radiación.
La máquina de mamografía emite una pequeña cantidad de radiación ionizante para capturar imágenes de la mama. Durante la captura de imágenes, la paciente debe mantenerse quieta y contener la respiración por unos segundos para evitar que las imágenes salgan borrosas.
Habitualmente se toman imágenes de arriba a abajo y de un lado al otro de la mama. Pueden ser necesarias imágenes desde otras posiciones. A veces se hacen unas pequeñas marcas en la piel para localizar regiones que conviene estudiar con detenimiento, o lesiones en la piel. En el momento en el que se toman las imágenes hay que permanecer muy quieta y le pueden pedir que mantenga un instante la respiración. El procedimiento en sí suele durar unos minutos por cada mama y es generalmente tolerable, aunque puede causar una sensación de presión o molestia debido a la compresión. Es importante comunicar cualquier molestia o preocupación durante el procedimiento al técnico.
El técnico que toma la radiografía estará en un cuarto adyacente desde el que activará la emisión de rayos X. Tras la prueba, puede que le pidan que espere un poco, pues el técnico examinará las imágenes y le dirá si es necesario repetir la toma de alguna de ellas. Una vez que se obtienen las imágenes de ambas mamas, la paciente puede vestirse y volver a sus actividades habituales. Las imágenes obtenidas se envían para su análisis por un radiólogo, quien interpretará los resultados y emitirá un informe para compartir con el médico de la paciente.
Complicaciones de la mamografía
La mamografía es un procedimiento comúnmente seguro y bien tolerado, pero como cualquier procedimiento médico, puede tener riesgos y complicaciones, aunque son relativamente poco frecuentes. Las posibles complicaciones de esta prueba son muy escasas:
- La mamografía implica el uso de rayos X, que son una forma de radiación ionizante, pero la radiación es extremadamente pequeña por lo que se considera una prueba muy segura. El beneficio en la detección temprana del cáncer de mama suele superar el riesgo de exposición a la radiación en la mayoría de las situaciones.
- No queda ningún resto de radiación en el cuerpo tras el procedimiento.
- La compresión de la mama entre las dos placas puede resultar algo molesta. En caso de que la compresión sea dolorosa, se le puede indicar al técnico para que realice la prueba con una compresión menor.
- En ocasiones, la compresión puede causar hematomas o moretones en la zona mamaria, especialmente si la paciente tiene una tendencia a sangrar fácilmente.
- Algunas mujeres pueden experimentar ansiedad, preocupación o malestar emocional antes, durante o después de la mamografía, especialmente si tienen miedo al resultado o a la posibilidad de un diagnóstico de cáncer de mama.
Resultados de la mamografía: qué indican
Tras la realización de la prueba, un radiólogo examinará detenidamente las imágenes obtenidas durante el procedimiento. El resultado de la mamografía suele estar disponible de unos días a una semana. Si no le dan los resultados en unos días, conviene preguntar por ellos y no asumir que la prueba es normal.
Hay que tener en cuenta que la mamografía tiene algunas limitaciones. Puede no detectar algún cáncer, dando lugar a lo que en medicina llamamos falsos negativos, o puede diagnosticar erróneamente un tumor cuando no lo hay, lo que llamamos falsos positivos.
Categorías de la clasificación BI-RADS
En general los resultados de una mamografía se expresan en términos de clasificación o categorización. El sistema de informe utilizado con mayor frecuencia es el Sistema de Informe e Identificación de Datos de Mama (BI-RADS, por sus siglas en inglés). Este sistema clasifica los resultados en categorías numeradas del 0 al 6, donde cada categoría proporciona información sobre la evaluación de las mamas:
- BI-RADS 0: Se requiere evaluación adicional o imágenes complementarias.
- BI-RADS 1: Resultado negativo: todo normal, no se observan anomalías.
- BI-RADS 2: Resultado benigno: hallazgos de alguna lesión benigna, no cancerosa, que no requiere un seguimiento diferente al habitual.
- BI-RADS 3: Hallazgo de alguna lesión probablemente benigna, pero que requiere un seguimiento más estrecho, solo el recomendado para confirmar la benignidad.
- BI-RADS 4: Hallazgo de una lesión sospechosa de ser maligna por lo que se sugiere considerar la realización de una biopsia para evaluar las células mamarias.
- BI-RADS 5: Hallazgo de una lesión con alta probabilidad de ser maligna. Se sugiere tomar medidas para un diagnóstico preciso y se recomienda una biopsia para evaluación urgente.
- BI-RADS 6: Hallazgos ya conocidos que se han confirmado con biopsia.
Notas adicionales y recomendaciones
Además de la categorización BI-RADS, el informe puede incluir notas adicionales, recomendaciones para evaluaciones futuras y, si es necesario, la recomendación de consultas con un especialista.
Es fundamental que la persona que se somete a la mamografía discuta los resultados con su médico para comprender completamente el significado de los hallazgos y las recomendaciones. En caso de que se detecten hallazgos sospechosos, se puede requerir una evaluación adicional, como ecografías, resonancias magnéticas o biopsias, para confirmar o descartar la presencia de afecciones, incluido el cáncer de mama. La detección temprana y el seguimiento adecuado son esenciales para un diagnóstico preciso y un tratamiento oportuno en caso de ser necesario.
Creado: 23 de agosto de 2012