Qué es una resonancia magnética nuclear (RMN) y para qué se hace
Actualizado: 16 de septiembre de 2024
Qué es una resonancia magnética nuclear
La resonancia magnética nuclear (RMN) es una prueba diagnóstica con la que se obtienen imágenes muy detalladas y precisas de tejidos blandos y líquidos del interior del cuerpo, en dos y en tres dimensiones, y desde cualquier perspectiva. Puede aportar información útil para la detección de una amplia variedad de patologías que no se vean con otra técnicas de imagen como la ecografía o el TAC. La RMN es extremadamente útil para observar tejidos blandos, como el cerebro, la médula espinal, las articulaciones, los órganos internos y los vasos sanguíneos. Esta prueba puede identificar cambios en los tejidos que otras pruebas no pueden detectar, permitiendo un diagnóstico temprano de enfermedades graves, como el cáncer, las enfermedades neurológicas o las lesiones articulares.
Se basa en el procesamiento de ondas de radio que pasan por el paciente, el cual es sometido a un potente campo magnético. A diferencia del TAC o de las radiografías simples no usa radiaciones ionizantes (rayos X), lo que la convierte en una opción más segura para ciertos pacientes, sobre todo aquellos que requieren estudios repetidos o aquellos que no pueden ser expuestos a radiación, como niños o mujeres embarazadas (en algunos casos).
También se utiliza cuando están contraindicadas otras pruebas de imagen, como por ejemplo en caso de alergia al contraste iodado que se usa en el TAC.
A veces se utiliza para planificar cirugías o guiar procedimientos, como biopsias o radioterapia, debido a la claridad con la que muestra las estructuras internas.
Para su realización el paciente debe meterse en una máquina, que los enfermos describen como una gran lavadora, y debe permanecer quieto en su interior durante 30-60 minutos. Existen aparatos de RMNM abiertos que pueden utilizarse en personas con claustrofobia. Estos aparatos no están disponibles en muchos centros y las imágenes que se obtienen tienen peor calidad que las obtenidas con los aparatos cerrados estándar.
¿Cómo funciona una resonancia magnética nuclear y qué mide?
La RMN se basa en las propiedades magnéticas de los átomos, en particular del hidrógeno, que es abundante en el cuerpo humano, sobre todo en el agua y los tejidos grasos. Al someter al cuerpo a un potente campo magnético, los protones de los átomos de hidrógeno se alinean en la dirección de dicho campo. A continuación, se emiten pulsos de ondas de radio que desestabilizan esa alineación de los protones. Al cesar el pulso de radio, los protones vuelven a su alineación original y, al hacerlo, liberan energía en forma de señales de radio que son captadas por receptores en el escáner. Un ordenador procesa estas señales y las convierte en imágenes detalladas de las estructuras internas del cuerpo.
La RMN mide principalmente la densidad de protones de hidrógeno y las diferencias en el tiempo que tardan los protones en volver a su estado inicial después de ser perturbados por las ondas de radio. Esto varía dependiendo del tipo de tejido (hueso, músculo, grasa, líquido) y permite obtener imágenes con mucho contraste entre los diferentes tipos de tejidos.
Cuándo se hace una RMN: para qué sirve
La resonancia magnética nuclear (RMN) se suele hacer sobre una parte concreta del organismo en la que se sospecha una enfermedad. Se realiza cuando es necesario obtener imágenes detalladas del interior del cuerpo para diagnosticar, evaluar o monitorear diversas afecciones, sobre todo en tejidos blandos y órganos.
Los motivos más frecuentes por los que se puede solicitar la realización de una RMN son los siguientes:
- En la cabeza puede ver tumores, abscesos, aneurismas, sangrado, infartos o lesiones nerviosas o medulares. También puede servir para estudiar patologías en los ojos y en el oído o enfermedades degenerativas cerebrales. Puede emplearse para la evaluación de esclerosis múltiple para identificar lesiones en la sustancia blanca del cerebro.
- En el tórax se está utilizando mucho para estudiar la anatomía cardiaca o la patología de las arterias coronarias. También se utiliza en el estudio del cáncer de mama o en caso de tumores del pulmón. En estos pacientes se utiliza para detectar masas tumorales y determinar si son malignas o benignas, y para monitorear la extensión del cáncer y la respuesta al tratamiento.
- En el abdomen y la pelvis permite estudiar con mucho detalle órganos tales como el páncreas, los riñones o el hígado, el útero y los ovarios en mujeres, o la próstata en varones. Allí se pueden encontrar tumores, infecciones, malformaciones, etcétera. También puede usarse para examen del aparato digestivo para detectar inflamación, tumores o lesiones en el intestino, el colon, etcétera.
- Los vasos sanguíneos se ven muy bien con la RMN. Permite ver trombos, infartos, aneurismas, malformaciones o sangrado.
- La RMN puede diagnosticar numerosos problemas en huesos y articulaciones tales como artritis, fracturas, problemas en ligamentos, tendones o cartílagos. Además, como en los otros órganos, se pueden ver tumores o infecciones. Se utiliza mucho para estudiar los problemas de columna vertebral como las hernias de disco, pues permite ver con mucho detalle los discos intervertebrales, la médula espinal y los nervios que salen de la médula. También se utiliza con frecuencia en problemas de la rodilla, para estudiar sus distintos ligamentos o los meniscos. Y en problemas como la osteonecrosis o infarto óseo.
En muchas ocasiones, para realizar esta técnica es necesario administrar un líquido llamado contraste que resalta los órganos estudiados y facilita la interpretación de las imágenes. El contraste más utilizado se llama gadolinio y, al contrario que el contraste usado para hacer un TAC, no está compuesto por yodo, por lo que es poco probable que cause efectos secundarios o alergia. Este medio de contraste se administra por vía intravenosa.
Creado: 2 de octubre de 2012