Qué es la psoriasis
Por: Dr. José Antonio Nuevo González
Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid
Actualizado: 15 de febrero de 2023
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica del sistema inmune que afecta a la piel y que evoluciona en brotes, con periodos agudos alternados con periodos de remisión. Se caracteriza por la aparición de zonas inflamadas de color rojizo recubiertas por placas de piel que se descama. También puede afectar a las uñas y a las articulaciones.
Se localiza principalmente en las zonas que recubren las articulaciones, codos, rodillas, el cuero cabelludo, las ingles y la parte inferior de la espalda. Por lo general no suelen darse complicaciones graves, aunque en ocasiones puede llegar a resultar dolorosa. En ocasiones, como apuntan desde Acción Psoriasis, la enfermedad puede afectar también las articulaciones en la artritis psoriásica, o dar lugar a afecciones en hígado y aparato cardiovascular.
La psoriasis afecta aproximadamente al 3% de la población mundial, unos 125 millones de pacientes, solo en España se estima que alrededor de un millón de personas padecen este trastorno, y algunos estudios indican que existe una mayor prevalencia en hombres que en mujeres. Aunque puede presentarse a cualquier edad, es más temprana su aparición en individuos con antecedentes en su familia –no es hereditaria, pero sí hay una predisposición genética a padecerla en un tercio de los afectados–. Hay dos picos de incidencia, que son entre los 16-20 años y en la quinta década de la vida.
La psoriasis no es una enfermedad contagiosa, pero a pesar de ello suele provocar un rechazo social importante (a causa del llamativo aspecto de las zonas afectadas y de la abundante caspa que provoca cuando los brotes aparecen en el cuero cabelludo), sobre todo en los casos más severos, por lo que los afectados ven reducida su calidad de vida y pueden desarrollar problemas psicológicos por esta causa.
Psoriasis, repercusión psicológica
La psoriasis, como toda enfermedad crónica, supone para el paciente que la sufre el enorme esfuerzo de aprender a convivir con ella y ser capaz de sobrellevarla de una forma lo más natural posible. Esta enfermedad se manifiesta con unos signos apreciables a simple vista y que, muy a menudo, generan una actitud de rechazo en los demás.
Además, cuando existe artritis asociada, el dolor y la limitación de algunos movimientos puede repercutir notablemente en la calidad de vida de los pacientes. Esto, en muchas ocasiones, llega a dificultar las relaciones sociales, laborales y afectivas del paciente, provocando que un trastorno que, en principio, no tiene mayores complicaciones, se convierta en una enfermedad realmente difícil de afrontar, y que puede llegar a requerir asistencia psicológica.
Creado: 3 de agosto de 2010