Rinitis
En función de qué tipo de rinitis padezcas (alérgica, hormonal, atrófica, vasomotora) dispones de varias alternativas para luchar contra sus molestias. Aprende a identificarla para poder tratarla con mayor eficacia.

Tratamiento de la rinitis

Por: Eva Salabert

Periodista experta en salud

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

Antes de instaurar el tratamiento adecuado para la rinitis, el médico determinará si se trata de una rinitis alérgica o de otro tipo. De este modo, cuando el paciente presente una infección respiratoria, intentará identificar los microorganismos implicados en la misma cultivando en el laboratorio una muestra de la secreción nasal, o examinando una muestra de la mucosa nasal del paciente (extraída mediante biopsia).

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En las rinitis alérgicas, lo primero que se ha de hacer es evitar en la medida de lo posible el contacto con los alérgenos, si estos han sido previamente identificados (lo que no siempre es fácil). Cuando no es posible evitar totalmente las sustancias alergénicas, el médico puede prescribir antihistamínicos y corticoides para paliar los síntomas. Los fármacos descongestivos (oximetazolina, fenilefrina, etcétera) pueden ofrecer un alivio puntual, pero no se pueden utilizar más de tres o cuatro días seguidos, porque la congestión podría agravarse al finalizar su uso.

En casos concretos, la administración de inhaladores con corticoides tópicos como la fluticasona puede mejorar estos síntomas, aunque tampoco se debe prolongar su uso, y en ocasiones generan costras o pequeñas hemorragias nasales. En niños no está muy extendido su uso por presentar cierta controversia en su eficacia.

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Lavar las fosas nasales con una solución salina de agua de mar hipertónica para tratar la rinitis es muy recomendable y se puede hacer varias veces al día, ya que no tiene efectos adversos sobre la salud del paciente, por lo que hasta las mujeres embarazadas pueden hacerlo. Además, estas irrigaciones nasales no interfieren con la acción de otros medicamentos que pueda estar tomando el paciente para curar la afección que origine la rinitis. Por el contrario, pueden incluso mejorar la eficacia de estos fármacos, porque facilitan la excreción de los mocos y eliminan los alérgenos e irritantes de la mucosa nasal.

Los antihistamínicos orales pueden contribuir a mejorar los síntomas sobre todo en los casos alérgicos.

Por otro lado, aumentar la humedad ambiental con el empleo de un humidificador puede resultar también de gran ayuda.

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