La amenorrea es la falta de menstruación en una mujer durante al menos seis meses seguidos. Sus causas pueden ser numerosas y en función de ellas el tratamiento a seguir será uno u otro.
Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología
Actualizado: 27 de febrero de 2023
La ausencia de menstruación puede deberse a varios motivos, que pueden clasifacarse en causas primarias y secundarias. Toma nota de por qué no te baja la regla:
Causas de amenorrea primaria
Las causas de amenorrea primaria (ausencia de menstruación) se pueden dividir en dos grandes grupos: anomalías hormonales y anomalías de los genitales.
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Anomalías hormonales
Hipogonadismo hipogonadotropo: ausencia de desarrollo de las gónadas sexuales por ausencia de hormonas que las estimulen. Puede ocurrir por una causa simplemente hormonal, o también por tumores del cráneo o accidentes en los que se haya producido un traumatismo.
Pubertad retrasada: puede que el desarrollo hormonal de una niña suceda con retraso. En el niño suele ocurrir con cierta frecuencia y por causas fisiológicas, pero en las niñas es raro, y hay que descartar enfermedades que lo provoquen.
Síndrome de Kallman: alteración congénita de las células productoras de GnRH. Se acompaña de alteración de las células encargadas del olfato, por lo que las niñas que lo padezcan tendrán amenorrea por fallo hormonal y anosmia (falta de olfato).
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El tratamiento en estos casos consistirá en intentar solucionar la causa o aportar suplementos de las hormonas que faltan.
Anomalías de los genitales
Lo que determina que una persona desarrolle unos genitales internos y externos masculinos o femeninos (testículos u ovarios) es el cromosoma sexual Y, que puede aportar o no el padre. Cuando hay un cromosoma Y que funciona correctamente se formarán testículos y apariencia masculina, cuando no hay Y (porque el padre aporte un X, o simplemente porque no haya) se formarán ovarios y apariencia femenina. Hay varias situaciones en las que se altera la formación genital en una mujer, las más importantes son:
Síndrome de Turner: es la causa más frecuente de amenorrea primaria. Sucede por una alteración genética en la que en vez de 46 cromosomas sólo hay 45 porque falta el segundo cromosoma sexual Y o X. En ausencia de cromosoma Y se forman genitales externos femeninos, y los internos también serán femeninos pero malformados (ovarios fibrosos no disfuncionales). Este síndrome se acompaña además de malformaciones (cuello alado, coartación de aorta, linfedema, etcétera) y baja altura.
Síndrome de Swyer: en este caso el número de cromosomas es correcto (46, y con los cromosomas sexuales XY), pero el cromosoma Y no funciona, de forma que los genitales externos serán femeninos y los internos, una vez más, serán disfuncionales (testículos fibrosos). En este caso, la niña no presentará malformaciones y su apariencia será la de una niña normal. Estas mujeres no pueden tener descendencia, pero no tienen por qué presentar más problemas.
Síndrome de Morris: también llamado pseudohermafroditismo masculino. Los cromosomas ahora son completamente normales con XY, es decir, una carga genética masculina. Sin embargo, la hormona masculina por excelencia, que es la testosterona, no puede actuar porque todas las células del cuerpo son resistentes a ella. Esto hace que la apariencia sea completamente femenina, con genitales femeninos, pero con testículos intra-abdominales, que segregan mucha testosterona, y deben extirparse porque suelen degenerar en cáncer. Como en el sídrome de Swyer, no podrán tener descendencia, pero por lo demás no presentan otros problemas.
Síndrome de Rokitansky: el problema en este caso no es genético (los cromosomas son normales con carga sexual femenina XX), sino que está en la formación directa del aparato genital. La vagina, el útero y las trompas presentan distintas alteraciones, incluida su ausencia completa. Los ovarios son normales, así que su producción hormonal femenina es normal, y sólo requerirán cirugía para poder tener una vida sexual con normalidad.
Himen imperforado: en este caso no hay alteraciones genéticas ni malformaciones del apartado genital. Simplemente el himen, que suele ser una membrana casi completa en la entrada de la vagina, que se rompe con el inicio de las relaciones sexuales o en cualquier otra situación, tapa completamente la salida de la vagina, de forma que cuando aparece la primera menstruación la sangre no puede salir y se acumula en la vagina. Llega un momento en el que aparecerá dolor y el himen se abombará; el médico simplemente tendrá que rasgarlo para permitir la salida del flujo menstrual.
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Causas de amenorrea secundaria
En realidad, la ausencia de menstruación en una mujer que hasta ese momento tenía el periodo de forma regular (amenorrea secundaria) es un síntoma, o bien de que se ha producido un embarazo, o de que existe algún trastorno o disfunción. Estas son las causas de amenorrea secundaria:
Embarazo: es con diferencia la causa más frecuente. Al iniciarse una gestación el ciclo hormonal se interrumpe, ya que el embrión implantado en el útero sintetiza beta-HCG, que estimula la producción de progesterona de forma continuada, y así el endometrio no se desprende.
Lactancia: durante la lactancia los niveles de prolactina en el cuerpo de la mujer son superiores a lo habitual para favorecer la producción de leche. Esta hormona inhibe la síntesis de GnRH, y el ciclo hormonal se interrumpe de forma más o menos regular hasta que la lactancia materna finaliza.
Anovulación: es decir, falta de ovulación, que suele suceder por el síndrome de ovario poliquístico (SOP). Es la segunda causa más frecuente de amenorrea, detrás del embarazo.
Insuficiencia ovárica: se puede dar el caso de que la producción hormonal del ovario no sea suficiente para mantener el ciclo hormonal correctamente. Es una causa rara de amenorrea, ya que puede suceder de forma puntual, pero cuando dura más de seis meses es una señal de menopausia.
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Menopausia: sucede cuando la reserva de ovocitos en el ovario de agota y la producción hormonal también. Se produce de forma natural entre los 45 y los 55 años, pero hay formas patológicas antes de esta edad, lo que se conoce como menopausia precoz.
Tumores ováricos: un tumor ovárico hace que el ovario no pueda funcionar correctamente. Desafortunadamente, los tumores ováricos son más frecuentes cuando la mujer ya tiene la menopausia, de forma que la amenorrea no es un síntoma a tener en cuenta, y su diagnóstico se retrasa, haciendo que este tipo de tumores tengan un mal pronóstico.
Síndrome de Asherman: sucede cuando tras un legrado uterino las paredes internas cicatrizan y se unen entre ellas formando unas adherencias que se conocen como sinequias, y que disminuyen la superficie del endometrio. Esta anomalía puede impedir la menstruación y provocar infertilidad. Además de este síndrome, puede haber otras alteraciones de los genitales como la estenosis vaginal o de cérvix.
Hiperprolactinemia: el tumor benigno funcionante más frecuente de la hipófisis es el prolactinoma. El aumento de la producción de prolactina es capaz de inhibir la GnRH y dar así amenorrea. Se controlan con fármacos dopaminérgicos, generalmente sin que sea necesaria la cirugía.
Fármacos: muchos fármacos disminuyen de forma directa o indirecta los niveles de dopamina que, entre otras funciones, frena el aumento de prolactina. Algunos de ellos son: anticonceptivos orales, antieméticos, benzodiacepinas, antidepresivos tricíclicos, etcétera.
Alteraciones hormonales: enfermedades como el síndrome de Cushing (de origen suprarrenal) o las patologías de tiroides (hipotiroidismo e hipertiroidismo) pueden modificar los ritmos hormonales de la mujer por diferentes vías de actuación.
Alteraciones psíquicas: la ansiedad, la depresión y la anorexia nerviosa son causas de amenorrea, ya que las alteraciones cerebrales modifican los niveles de dopamina y se libera mucha prolactina.
Otras enfermedades: la cirrosis, la insuficiencia renal crónica, y muchas más enfermedades, pueden alterar el ciclo hormonal de la mujer produciendo amenorrea.