Consejos para pacientes reumáticos en verano
18/07/2012
Los pacientes afectados por enfermedades reumáticas suelen experimentar una mejoría de su estado durante el verano, gracias al calor y a la ausencia de variaciones bruscas de la presión atmosférica que caracterizan esta estación del año. Entre los más beneficiados por la llegada de la época estival se encuentran las personas que tienen osteoporosis a consecuencia de un déficit de vitamina D, ya que una exposición a los rayos solares facilita la síntesis de esta vitamina tan necesaria para los huesos.
El Dr. Jesús Tornero, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Guadalajara, explica que el calor facilita el tratamiento de la inflamación -uno de los principales síntomas de este tipo de patologías-, y potencia el efecto analgésico de algunas terapias. Y añade que también favorece la dilatación de los vasos sanguíneos, por lo que contribuye a aliviar el dolor de espalda y a mejorar las contracturas musculares.
La falta de movilidad durante los viajes afecta especialmente a las personas con enfermedades reumáticas
Sin embargo, los rayos ultravioleta pueden resultar perjudiciales para otros pacientes, como los que sufren lupus eritematoso sistémico (LES), porque en este caso la radiación solar puede desencadenar un brote de la enfermedad y reacciones fotosensibles que causen síntomas como fiebre, erupciones en la piel, inflamación y dolor en las articulaciones, fatiga… Estos pacientes no deben tomar el sol y tienen que aplicarse cremas con factor de protección solar cuando vayan a estar al aire libre.
Recomendaciones para viajar
Los especialistas de la Sociedad Española de Reumatología (SER) han difundido algunas recomendaciones para que los afectados por patologías reumáticas se encuentren más cómodos durante los desplazamientos habituales en estas fechas, y para minimizar las molestias que les pueden ocasionar. La falta de movilidad durante horas es uno de los principales problemas que surgen en un viaje, por eso, desde la SER aconsejan a estos pacientes que realicen paradas (cuando el trayecto sea en coche o autobús) para poder caminar y realizar estiramientos y flexiones. De esta forma, se facilita la circulación sanguínea y se previene la formación de coágulos que podrían dar lugar a una trombosis venosa o a una embolia pulmonar.
Los expertos aconsejan que hagan paradas para caminar y realizar estiramientos y flexiones
En los viajes en avión, también hay que tomar una serie de precauciones, que se resumen en vestir ropa cómoda y holgada, levantarse y caminar cada cierto tiempo, beber líquido regularmente para mantenerse hidratado, y realizar una serie de ejercicios con los pies y las piernas para favorecer la circulación de la sangre.
El Dr. Tornero ha aprovechado para recordar la necesidad de que las personas con enfermedades reumáticas practiquen ejercicio físico, clave para tonificar los músculos, proporcionar estabilidad a las articulaciones, estimular la formación de hueso, evitar la obesidad y mejorar la agilidad. Entre las actividades especialmente recomendadas, y que cada paciente debe adecuar a su edad y condición física, destacan la natación, los paseos y la gimnasia articular.
Más información: www.ser.es
Fuente: Sociedad Española de Reumatología (SER)
Actualizado: 4 de mayo de 2023