Dr. Jesús Tornero Molina
31 de julio de 2011
La artrosis es una enfermedad reumática muy frecuente, cuya prevalencia aumenta a partir de los 50 años, y que implica un importante gasto sanitario, además de ser motivo de discapacidad y bajas laborales. En la actualidad, la investigación tiene como objetivo conseguir un tratamiento que permita frenar la degeneración del cartílago, responsable del dolor y la incapacidad asociados a esta enfermedad, ya que, según explica el doctor Jesús Tornero Molina, Jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Guadalajara, todavía no hay ningún medicamento disponible que haya “probado la capacidad de frenar el deterioro cartilaginoso y que eso se traduzca en una ventaja clínica mayor”.
La prevalencia de la artrosis aumenta con la edad, y llega a afectar al 80% de los mayores de 65 años en algún grado, ¿significa esto que el deterioro del cartílago articular es inevitable?
Artrosis no es sinónimo de envejecimiento articular; los cambios fisiopatológicos y bioquímicos del cartílago articular envejecido son distintos de los del cartílago artrósico. Es por ello que no todos los ancianos tienen por qué tener artrosis; de hecho, los estudios epidemiológicos demuestran cómo a partir de los 80 años y, especialmente, en los ancianos con 90 años, la incidencia de la artrosis disminuye. Para explicar este fenómeno se aducen dos razones: 1) la base genética de la población que alcanza la década de los 90 o más años es tan “buena” que tiene menor incidencia de enfermedad, 2) existe un sesgo de selección, de tal manera que cuando se analizan los sujetos muy longevos ya se han eliminado los muy enfermos que habrían fallecido en las décadas anteriores de la vida.
Cuando se diagnostica la artrosis a menores de 50 años, ¿cuáles son las causas más frecuentes?
Influyen diferentes tipos de factores:
- Genéticos: existen formas de la artrosis (como la artrosis de manos) que se transmiten por herencia, de madres a hijas, y cuando la carga hereditaria es muy fuerte se manifiestan a edades tempranas de la vida.
- Constitucionales: alteraciones en la forma, tamaño o alineamiento de las superficies articulares condicionan la aparición de artrosis precoz (así sucede en la displasia epifisaria, la coxa magna, o el genu varo raquítico, respectivamente)
- Traumáticos: las fracturas con afectación de la superficie articular pueden producir artrosis precoz
- Laborales: determinados microtraumatismos laborales repetitivos también pueden condicionar artrosis
- Deportivos: roturas del menisco o ligamentos cruzados de la rodilla, tan frecuentes en algunos deportistas (futbol, esquí) desencadenan artrosis
- Artropatias previas: es frecuente observar artrosis en personas con menos de 50 años en relación con el padecimiento previo de gota, artritis infecciosa, artritis reumatoide, etc.
Finalmente, la obesidad es uno de los grandes condicionantes de la aparición temprana de artrosis.
La obesidad es uno de los grandes condicionantes de la aparición temprana de artrosis
¿Se puede prevenir la artrosis?
Sí. Hay determinadas localizaciones de la artrosis, como es la rodilla, que tiene una clara relación con la obesidad. El sobrepeso influye en su aparición y en la gravedad de su sintomatología, y cuando se revierte la obesidad mejora o se previene la enfermedad. También ayuda a la prevención evitar el exceso de carga deportiva, laboral o doméstica sobre el aparato locomotor. El aprendizaje de técnicas de higiene articular también contribuye a alcanzar este fin.
A veces los pacientes no refieren síntomas, y cuando acuden al médico porque empiezan a sentir dolor, la enfermedad está bastante avanzada. Si se diagnosticara antes, cuando el cartílago empieza a degenerarse, ¿se podría evitar su avance?
Qué duda cabe que cuanto antes se diagnostique una enfermedad más fácil es la terapia. Sobre todo cuando el daño orgánico es mínimo y opcionalmente reversible. Sin embargo, a fecha de hoy, no tenemos marcadores clínicos que puedan utilizar el médico o el paciente para detectar las fases de la artrosis en las que el daño del cartílago empieza a establecerse y todavía no hay sintomatología por el mismo.
Podrían utilizarse marcadores analíticos o de técnicas de imagen; estos últimos parecen estar más desarrollados. De cualquier manera, su uso no está definitivamente incorporado a la clínica; sólo se plantea en el escenario de la investigación. Por otra parte, el disponer de estas armas de detección precoz del daño debería ir acompañado de medicamentos eficaces para frenar su progresión, algo de lo que todavía no disfrutamos.
Consejos para minimizar los efectos de la artrosis
¿Influye la alimentación en el desarrollo de esta enfermedad?
Deberíamos evitar la obesidad para prevenir y controlar la evolución de la artrosis en las articulaciones de carga; también podría ser útil evitar agentes tóxicos nocivos.
Actualmente la artrosis no tiene cura pero, ¿existen medicamentos o terapias que puedan frenar su progresión? ¿Se han producido avances en el tratamiento de la enfermedad en los últimos años?
La artrosis tiene una cura quirúrgica; cuando una articulación está enferma se puede sustituir por una nueva protésica en las llamadas artroplastias. Medicamentos que definitivamente hayan probado la capacidad de frenar el deterioro cartilaginoso y que eso se traduzca en una ventaja clínica mayor, como por ejemplo que se retrase o anule la necesidad de una artroplastia, no existen. En su lugar utilizamos los modificadores lentos de los síntomas (SYSADOA, por sus siglas en inglés) que podrían ejercer algún efecto en este sentido, según estudios realizados que han analizado su efecto sobre la progresión radiológica en rodilla o cadera.
¿Está contraindicada la práctica de deportes en las personas con artrosis? ¿Qué tipo de ejercicio sería recomendable para ellas?
En general se deben evitar los deportes de contacto, con riesgo de colisión física y lesión traumática. Es preferible practicar ejercicio aeróbico o en descarga o con poca carga articular (natación, paseo, danza). Se debe aconsejar, no obstante, siempre una vida activa, luchando contra el sedentarismo.
¿Qué consejos les daría a las personas que padecen artrosis para mejorar su calidad de vida?
- Evitar la sobrecarga mecánica excesiva sobre el aparato locomotor: aprender a realizar las actividades domésticas, laborales y deportivas con la suficiente higiene y ergonomía para no dañar las articulaciones.
- Evitar los traumatismos de repetición y la práctica abusiva de deportes de contacto con grandes y repetidos impactos sobre las articulaciones.
- Adaptar siempre el trabajo y el deporte y ejercicio físico a la edad, entrenamiento previo y capacidad del sistema osteomuscular.
- Evitar la obesidad y el sedentarismo.