Seis millones y medio de españoles sufren alergia

La alergia al polen afecta a unos seis millones y medio de españoles, de los cuales el 14% sufren rinoconjuntivitis, y cerca del 40% asma, según datos de la SEAIC. La incidencia de las alergias está aumentando, y también ha variado el perfil del paciente en los últimos años. Según el presidente de la Sociedad, el doctor Tomás Chivato, la contaminación y la proliferación de especies vegetales procedentes de otros países, están detrás  del aumento de este tipo de patologías en España.

Las gramíneas salvajes como la maleza, el césped, y hierbas que crecen libremente en el campo, son las principales responsables de alergia al polen en nuestro país, seguidas del olivo y la parietaria. Estas plantas forman el 20% de la superficie vegetal.

El 14% de los alérgicos sufre rinoconjuntivitis y el 40% asma. Cada vez aparece con más frecuencia en personas adultas, lo que evidencia que los factores medioambientales son determinantes

Los especialistas advierten que esta primavera resultará especialmente molesta para los alérgicos a las gramíneas, a no ser que ocurran variaciones climatológicas inesperadas. Y es que, de acuerdo a la predicción de un método, que tiene en cuenta las lluvias de los meses de otoño e invierno, ideado por Javier Subiza, actual coordinador del comité de aerobiología de la SEAIC, esta primavera se pueden alcanzar 5.100 gramos por metro cúbico de aire, casi el doble que en el 2009.

El patrón de evolución de la alergia, es decir, cómo van variando los síntomas de esta patología desde que el niño nace hasta los cinco años de edad, momento en que se manifiesta el asma, continúa repitiéndose en muchas personas alérgicas; sin embargo, se está produciendo un fenómeno que antes no existía, y es que estas molestias están apareciendo también en adultos, e incluso ancianos, que anteriormente no habían presentado síntomas de alergia. Según explica el doctor Chivato, hace un par de décadas era muy infrecuente que la alergia se manifestara por primera vez en la Tercera edad. Este cambio en la incidencia de alergia constituye una prueba de que, además de la predisposición genética de cada individuo, el desarrollo de la patología está determinado por factores medioambientales.