La oxitocina mejora la función cerebral en autismo
05/12/2013
La oxitocina es una hormona que se produce de forma natural en el organismo, que favorece la sociabilidad, y permite que las regiones del cerebro involucradas en el comportamiento social se activen más frente a estímulos de carácter social –como los rostros de otras personas–, y menos cuando se reciben estímulos no sociales.
Ahora, un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale de New Haven, en Estados Unidos, ha realizado un estudio para evaluar, por primera vez, qué impacto podría tener esta hormona en la función cerebral de niños diagnosticados con un trastorno del espectro autista.
Los científicos llevaron a cabo el estudio con 17 niños y adolescentes con autismo –y cuyas edades oscilaban entre los 8 y los 16,5 años–, a los que administraron, mediante un aerosol nasal, o bien oxitocina, o bien placebo.
Las zonas cerebrales asociadas con la recompensa y el reconocimiento emocional respondían más durante las tareas sociales cuando los niños recibían oxitocina
Los investigadores observaron que cuando los niños recibían oxitocina, las zonas cerebrales asociadas con la recompensa y el reconocimiento emocional respondían más durante las tareas sociales que cuando los niños recibían placebo.
Así, tal y como explicó Ilanit Gordon, uno de los autores del trabajo, la administración de oxitocina consiguió normalizar temporalmente las regiones del cerebro responsables de los déficits sociales característicos de los niños con autismo. Este investigador añadió que los resultados del estudio son importantes, porque pueden ser un avance en la búsqueda de terapias que permitan corregir la disfunción social que provocan los trastornos del espectro autista.
Actualizado: 31 de julio de 2017