Diagnóstico del cáncer de cuello de útero
Por: María Dolores Tuñón
Médico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria
Actualizado: 28 de junio de 2022
En mujeres sexualmente activas y en edad fértil, se realiza una citología rutinaria en la consulta ginecológica. De este modo se puede evaluar a una gran mayoría de la población de riesgo, y es posible detectar el cáncer de útero en estadíos muy iniciales, lo que mejora el pronóstico de la enfermedad. Esta prueba se conoce como Papanicolau, y se emplea para estudiar las células cervicales y detectar la posible presencia de células anormales. Se toman muestras de al menos tres zonas distintas del cuello uterino para que no quede ninguna zona sin estudiar.
También se recurre a otras pruebas para dilucidar el diagnóstico de este cáncer:
Colposcopia
La colposcopia se realiza cuando la citología ha sido positiva, o cuando se observa a simple vista alguna anomalía cervical. Esta prueba es una exploración meramente visual en la que se emplea un instrumento provisto de luz y un sistema de bases de aumento.
Test de Schiller
Consiste en embadurnar todo el cuello uterino con una solución específica y comprobar si se tiñe de marrón oscuro. Las células malignas no se tiñen.
Biopsia
Se toma un pedazo de la lesión para su estudio en el laboratorio. Con ello se determina el tipo específico de célula que compone el tumor; de este modo se podrá ofrecer el mejor tratamiento posible.
Técnicas de imagen
Mediante técnicas de imagen como el TAC puede valorarse la afectación de ganglios linfáticos pélvicos y riñones.
Creado: 3 de enero de 2011