Cáncer de laringe
El cáncer de laringe es más prevalente en los varones, y el 97% de los pacientes diagnosticados eran fumadores. Una detección temprana del tumor es clave para la mejora de la calidad de vida y la supervivencia del enfermo.

Diagnóstico del cáncer de laringe

Por: Dr. Juan José Tafalla García

Oncólogo médico, Hospital Sanitas La Zarzuela de Madrid

Actualizado: 28 de junio de 2022

Normalmente, tras el diagnóstico de sospecha de cáncer de laringe, es el otorrinolaringólogo (ORL) quien tiene el aparataje especial para asomarse, mirar en la laringe, y tomar la muestra correspondiente para el estudio anatomopatológico.

Para ello contamos con la laringoscopia indirecta (a través de un espejo): si se alcanza a ver el tumor, el médico puede hacerse una idea aproximada de la extensión del mismo, y con la fibrolaringoscopia (endoscopia), bien con tubo flexible o, cuando se requiere una mejor visualización de toda la laringe, con endoscopio rígido; esta última requiere anestesia general.

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La toma de muestra (biopsia) ha de hacerse sobre todas las zonas sospechosas. Una vez hecho el diagnóstico, como en toda patología tumoral, hay que hacer el estudio de extensión para una correcta clasificación TNM, con un TAC cérvico-toraco-abdominal y una analítica completa (hemograma y bioquímica que incluya función hepática y renal).

Se puede afinar más en la región cervical con una RNM; un buen radiólogo puede dar un diagnóstico de extensión casi tan preciso como la estadificación quirúrgica. La PET, de momento, no ha demostrado beneficio sobre estas otras dos técnicas o para el estudio de extensión, aunque es verdad que es muy útil para diferenciar recidivas de fibrosis por radioterapia.

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