Hoy se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama, una patología que afecta a una de cada doce mujeres en nuestro país. La buena noticia es que se han producido notables avances en la cirugía plástica que, como afirma el Dr. Jaume Masià, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), permiten una reconstrucción mamaria integral y definitiva, que mejora significativamente la calidad de vida de las pacientes.

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Con la técnica TBAR (siglas en inglés de Total Breast Anatomy Restoration) se consigue restaurar todas las alteraciones anatómicas que provoca el tratamiento quirúrgico del cáncer de mama, corrigiendo las secuelas morfológicas y funcionales que origina la cirugía oncológica.

La TBAR reduce las secuelas que padecen las mujeres sometidas a la extirpación quirúrgica de la mama, y mejora el pronóstico de la enfermedad al disminuir el riesgo de sufrir un linfedema

En la TBAR se emplea la técnica DIEP, que utiliza el exceso de piel y grasa del abdomen de la paciente para reconstruir la mama amputada. Si además se ha realizado un vaciamiento axilar, es necesario restablecer la función de los ganglios resecados, y para ello se procede con una transferencia de ganglios del sistema epigástrico superficial hasta la axila, que se conectan a la red linfática del brazo.

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Este tratamiento, según el experto, reduce significativamente las secuelas que padecen las mujeres sometidas a la extirpación quirúrgica de la mama para tratar el cáncer y, además, mejora el pronóstico de la enfermedad porque disminuye el riesgo de sufrir un linfedema, y favorece su recuperación, mejorando sus expectativas a largo plazo.

Fuente: Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE)

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Actualizado: 1 de agosto de 2017

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