Tratamiento del cáncer de pene
Por: Dr. Juan José Tafalla García
Oncólogo médico, Hospital Sanitas La Zarzuela de Madrid
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
Siempre que no exista enfermedad a distancia, el objetivo del tratamiento del cáncer de pene es tratar el tumor primario y los ganglios linfáticos. Dado que los pacientes demandan cada vez mayor calidad de vida (y más hablando del órgano en cuestión) tenemos que intentar no comprometer la vida del paciente permitiendo la conservación del órgano.
En este sentido, en 1994 Opjordsmoen S. y colaboradores publicaron un curioso estudio en la prestigiosa revista British Journal of Urology donde casi un 70% de los pacientes incluidos decidirían tratamientos con mayor garantía de supervivencia a expensas de comprometer su actividad sexual. Hay otros datos muy interesantes en ese estudio.
El tratamiento conservador del cáncer de pene estaría indicado en tumores pequeños y no infiltrantes, asegurando siempre márgenes de seguridad entre 1,5 y 3 cm:
En todos estos casos es necesario un seguimiento estricto, ya que el diagnóstico precoz de la recidiva es la única manera de no comprometer la supervivencia del paciente.
Cirugía y extracción de los ganglios linfáticos
En los tumores más grandes o infiltrantes, la penectomía (extirpación del pene) total o parcial es lo indicado, siempre teniendo en cuantos los márgenes de seguridad antes mencionados.
En lo que respecta a los ganglios linfáticos, una vez diagnosticada la afectación ganglionar (por PAFF o biopsia), la linfadenectomía inguinal bilateral es diagnóstica y terapéutica, aunque no está exenta de morbilidades (efectos secundarios) como linfedema de miembros inferiores, escrotales, etcétera. Es importante recordar que hasta un 17% de pacientes sin adenopatías inguinales palpables presenta afectación microscópica de la enfermedad, por lo que la linfadenectomía inguinal profiláctica está indicada en función de unos grupos de riesgo:
No está indicada la linfadenectomía en caso de:
Está indicada la linfadenectomía en caso de:
Siempre que se resecan (operan) las cadenas ganglionares, está indicado un tratamiento de radioterapia externa (para esterilizar bien toda la zona con unos márgenes de seguridad añadidos), cuando se demuestra afectación extracapsular (enfermedad fuera de los ganglios), o cuando se demuestra afectación ganglionar múltiple; también la radioterapia externa profiláctica, incluyendo ambas cadenas ganglionares inguinales, podría ser una alternativa a la cirugía ganglionar.
Por último, la quimioterapia se ha utilizado en combinación con radioterapia, o tras la cirugía en tratamientos con intención conservadora, y sola, como estrategia paliativa en casos diseminados, pero las series de estudio son pequeñas (dada la baja incidencia de esta enfermedad) y los resultados no son concluyentes.
Creado: 17 de noviembre de 2014