Cáncer de piel
El cáncer de piel no melanoma se forma a partir de células de la piel distintas a los melanocitos. Es más frecuente en cabeza, cara, cuello, dorso de las manos, brazos y piernas, por ser las zonas más expuestas a los rayos del sol.

Prevención del cáncer de piel

Por: Dr. Juan José Tafalla García

Oncólogo médico, Hospital Sanitas La Zarzuela de Madrid

Actualizado: 8 de junio de 2023

Para prevenir el cáncer de piel en la medida de lo posible, podemos tomar distintas medidas enfocadas a evitar o disminuir la exposición al sol y llevando a cabo las siguientes estrategias para disminuir las probabilidades de padecer este tipo de cáncer:

  • Limita la exposición al sol en las horas centrales del día (cuando el sol incide de manera más perpendicular y la radiación solar suele ser mayor (de 12 am a 5 pm). Puedes resguardarte en sombrillas y usar ropa protectora (sombreros que proyecten sombra sobre cara y cuello, gafas de sol, ropa de manga larga…).
  • Emplea cremas con un factor de protección (FPS) adecuado, de al menos 30 en todas las áreas expuestas de la piel, incluso en días nublados, y aplicando el producto con generosidad las veces que sean necesarias. Recuerda que debes dejar que haga efecto durante al menos 30 minutos, ya que el efecto del filtro solar no suele ser inmediato. Acuérdate de proteger también zonas olvidadas con bálsamos labiales con filtros solares. 
  • Conoce tu piel: es importante conocer el fototipo o tipo de piel de cada individuo para considerar el riesgo de cada persona. Se aconseja siempre una protección alta, superior a 30+, evitando aceites solares. "Si tienes la piel sensible, elige productos con óxido de zinc y dióxido de titanio", aconseja la doctora Ingrid Polcari, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Minnesota.
  • No te confíes: las aplicaciones repetidas de las cremas no deben animar a prolongar la exposición, ni a realizarla en las horas más peligrosas a pesar de su uso. 
  • Protege a los pequeños: se debe evitar la exposición solar a los bebés menores de un año, incluso con cremas solares. Y es que, en los primeros años de vida la piel no está totalmente desarrollada, y además el daño solar es acumulativo. Por ello," en los tres primeros años de vida se debe evitar la exposición solar, medida que debe ir siempre acompañada del uso de fotoprotectores de índice alto (con SPF 50+) durante todo el año” explica el Dr. Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral. 
  • Cuando vayas a realizar actividades deportivas al aire libre utiliza protección solar también. Y no olvides gafas de sol, que pueden ser adaptadas al deporte que vayas a realizar. Antes de salir a realizar ejercicio, consulta la intensidad de las radiaciones solares en canales meteorológicos, como la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), si los índices ultravioleta (IUV) superan un rango de 6 quiere decir que existe un riesgo elevado y debes extremar las medidas de fotoprotección. Recuerda que en la nieve se refleja un 85% la radiación, en el agua hasta un 10%, y que si subimos de altitud, la radiación aumenta un 4% cada 300 metros, según apuntan desde la app UV Derma. 
  • Evita el uso de terapias bronceadoras (rayos UVA, etcétera): la exposición a los rayos UV de las camas de bronceado aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel, en su lugar puedes optar por soluciones autobronceadoras en distintos formatos (toallitas, sprays, cremas…).
  • Autoexploración: realízate autoevaluaciones periódicas para detectar anomalías en la piel. Para ello puedes utilizar un espejo pequeño para las zonas más difíciles de ver. Al revisar tus lunares recuerda la regla del ABCDE, clave para detectar cambios o nuevos lunares: A (asimetría); B (bordes irregulares); C (cambios en el color); D (diámetro superior a 0,6 cm); y E (evolución), es decir, un lunar que cambie de tamaño, forma o color en poco tiempo. Si notas algún tipo de manchas en tu cuerpo sospechosas o no habituales acude a tu médico o dermatólogo.Un diagnóstico precoz permite abordar satisfactoriamente nueve de cada diez cánceres de piel. 
  • Más vigilancia si tienes antecedentes: si tienes antecedentes familiares de cáncer de piel o si tienes un mayor riesgo debido a otros factores, como una exposición solar intensa en el pasado, programa chequeos regulares con un dermatólogo.
  • Lleva hábitos saludables: adopta un estilo de vida saludable que incluya una alimentación equilibrada rica en frutas y verduras, ejercicio regular y evitar el tabaquismo y la exposición al humo de segunda mano. Una buena hidratación por dentro (bebiendo al menos 1,5 litors de agua) y por fuera (aplicando crema hidratante tras la exposición solar) también es fundamental, como apuntan desde la Fundación Piel Sana. Por supuesto, es muy importante seguir todas las instrucciones del médico, tanto en lo que respecta a la prevención, como en el seguimiento y diagnóstico de este tipo de patologías. Y si tomas alguna medicación, verifica que no incrementen el riesgo de fotosensibilidad al exponerte al sol.

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