En la última década han muerto en todo el mundo 50 millones de personas a causa del consumo de tabaco, según datos revelados por la Sociedad Americana del Cáncer en la última edición del 'Atlas del Tabaco'. En este informe se prevé, además, que a lo largo del siglo se producirán mil millones de muertes relacionadas con este hábito, incluyendo las provocadas por enfermedades asociadas a la exposición al humo del tabaco.

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El significativo incremento en el número de fallecimientos –que ya suponen la mitad de todos los que se registraron el siglo pasado-, se debe sobre todo al espectacular aumento del consumo de tabaco en los países en vías de desarrollo, que implica que alrededor del 80 por ciento de las personas que mueren por causas relacionadas con este consumo residen en estos países. Y es que mientras en los países desarrollados ha descendido el número de fumadores, en los países con menos ingresos continúa en aumento. Por otra parte, también se han modificado los patrones de consumo de la población de los países ricos, y cada vez son más las mujeres fumadoras, lo que ha propiciado un aumento de las afectadas por cáncer de pulmón, entre otros trastornos provocados por el tabaco.

El tabaco se ha convertido en la principal causa de muerte en China, donde provoca el fallecimiento de 1,2 millones de personas anualmente

El tabaco es un problema de salud pública de primera magnitud en algunos países, como es el caso de China, donde se ha convertido en la principal causa de muerte, provocando el fallecimiento de 1,2 millones de personas anualmente, una cifra que se espera que casi se triplique en el año 2030. También la mortalidad por enfermedades relacionadas con el tabaco aumenta cada vez más en otros países asiáticos, así como en África y Oriente Medio.

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Además de los perjuicios sobre la salud de las personas y el incremento de la tasa de mortalidad precoz, se estima que los costes económicos que conlleva tratar las enfermedades originadas por el tabaquismo o la exposición al humo que sufren los fumadores pasivos, además de la merma de la productividad laboral de los afectados, supone entre un uno y un dos por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) anual mundial.

Expertos como Peter Baldini, presidente ejecutivo de la Fundación Mundial del Pulmón, opinan que las empresas tabacaleras están tratando de burlar las políticas gubernamentales en contra del tabaco, y aprovechan la falta de información de la población de los países con menos recursos acerca de sus efectos nocivos para la salud. Para contrarrestar los esfuerzos de la industria del tabaco, 170 países acaban de firmar un pacto de la Organización Mundial de la Salud, en el que se comprometen a reducir el número de fumadores y limitar la exposición al humo de los no fumadores, y también a frenar la promoción de esta sustancia adictiva.

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Actualizado: 4 de mayo de 2023

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