Cáncer de riñón
La genética, la obesidad y el consumo de tabaco son algunos de los factores que pueden predisponer a sufrir un cáncer de riñón, una patología que, con un diagnóstico precoz, tiene una alta tasa de supervivencia.

Diagnóstico del cáncer de riñón

Por: María Dolores Tuñón

Médico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

La gran accesibilidad a diferentes pruebas diagnósticas de imagen permite que el cáncer renal puede diagnosticarse la mayoría de veces en estadios precoces. Muchos de los tumores renales se detectan de forma casual al realizar una prueba de imagen por otro motivo. Así, cerca de la mitad de los tumores renales que se diagnostican son de tamaño pequeño (inferior a 3 cm). Aún así, se estima que en uno de cada tres casos el cáncer de riñón se diagnostica en estadios avanzados y pueden desarrollar metástasis.

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Para llegar al diagnóstico de cáncer de riñón se suelen realizar las siguientes pruebas:

  • Análisis de sangre: es frecuente encontrar anemia, aunque en algunos casos se pone de manifiesto un aumento de los glóbulos rojos conocido como policitemia
  • Análisis de orina: permite detectar glóbulos rojos en la muestra, aunque algunos pacientes visualizan la sangre en la micción sin necesidad de examen microscópico. Asimismo, se puede realizar una citología de orina para detectar celulas cáncerígenas.
  • Ecografía abdominal: permite distinguir las masas sólidas de los quistes y dar una aproximación, por tanto, de los tumores que sean sospechosos de malignidad. Su rentabilidad diagnóstica es inferior al TAC. Si se aplica la técnica doppler se puede determinar la presencia de trombo en alguna de las arterias del riñón.
  • TAC con contraste: actualmente es la prueba de imagen más certera en el diagnóstico del cáncer renal, dando una panorámica de la extensión del mismo y de la afectación de los ganglios adyacentes, así como del aporte sanguíneo del tumor. 
  • Resonancia magnética abdominal: permite diferenciar algunos tipos de tumores renales que el TAC no haya podido conseguir, así como determinar el patrón sanguineo del tumor con el fin de diseñar una intervención quirúrgica más apropiada. También es una alternativa para pacientes con alergias al contraste del TAC.
  • Punción-aspiración: se toma una pequeña parte de la masa renal para su posterior análisis en el laboratorio. Esta punción debe ser guiada o asistida por un TAC o Resonancia para ser precisos en el lugar donde tomar la muestra.

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