Cáncer de riñón
La genética, la obesidad y el consumo de tabaco son algunos de los factores que pueden predisponer a sufrir un cáncer de riñón, una patología que, con un diagnóstico precoz, tiene una alta tasa de supervivencia.

Tratamiento del cáncer de riñón

Por: María Dolores Tuñón

Médico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 28 de junio de 2022

El único tratamiento que actualmente cura el cáncer de riñón es la cirugía. Cuando el tumor se halla extendido la probabilidad de curación disminuye notablemente. Existen dos tipos de técnicas dependiendo del tamaño y el estadio de la enfermedad:

  • Nefrectomía parcial: se extirpa sólo una parte del riñón afectado. Esta técnica suele emplearse cuando el tumor es muy pequeño, o en aquellos casos en los que el otro riñón no funciona bien o cuando, directamente, no existe otro riñón.
  • Nefrectomía radical: se extirpa todo el riñón y, en la mayoría de los casos, debe acompañarse también de la extracción de la glándula suprarrenal. Tanto la nefrectomía parcial como la radical se intentan realizar en la actualidad mediante laparoscopia o robótica mínimamente invasiva, de tal modo que disminuyen las complicaciones quirúrgicas y el internamiento hospitalario.
  • La radioterapia no está indicada en ningún caso ya que, en estos tumores, es totalmente ineficaz.
  • La quimioterapia resulta poco efectiva, especialmente en los pacientes que sufren metástasis en diversos órganos. En los últimos años viene desarrollándose el uso de fármacos conocidos como biológicos, que actúan bloqueando algún receptor molecular de los implicados en el desarrollo del cáncer renal, destacando el Sunitinib, sorafenib, pazopanib y bevacizumab. No son tratamientos curativos, puesto que se aplicarían cuando el tumor está extendido y su finalidad sería prolongar la supervivencia del paciente.

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Prevención del cáncer de riñón

La mejor prevención para el cáncer de riñón consiste en evitar sus factores de riesgo. Lo más importante es adoptar una forma de vida saludable realizando ejercicio, siguiendo una dieta rica en frutas y verduras y, sobre todo, prescindir del tabaco.

A las personas con patología renal crónica, y aquellos que tengan familiares cercanos afectados por este tipo de tumor, es recomendable hacerles un seguimiento y una ecografía periódicamente, para detectar cuanto antes la presencia de alguna otra enfermedad asociada.

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