Cáncer de vejiga
El cáncer de vejiga es la neoplasia maligna más frecuente del aparato urinario. Te explicamos cómo identificarlo y el tratamiento adecuado en función de la etapa en la que se encuentre el tumor.

Prevención del cáncer de vejiga

Por: María Dolores Tuñón

Médico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 28 de junio de 2022

Es difícil prevenir el cáncer de vejiga porque, salvo el consumo de tabaco, o la exposición a ciertos tóxicos, no se conocen con seguridad las causas que provocan su aparición. Sin embargo, se pueden tomar medidas como:

  • Beber más de 1,5 litros de agua al día.
  • Evitar el consumo de tabaco. Se estima que los fumadores tienen el doble de riesgo de desarrollar la enfermedad que el resto de la población, además con estrecha relación entre el tiempo y el inicio del tabaquismo. Lo ideal es no iniciarse en el hábito nunca, ya que se necesitan 20 años sin fumar para volver a la situación basal de riesgo normal, si bien en los primeros años del cese del tabaco se reduce a la mitad el riesgo contraído. A día de hoy se considera la medida más importante en la prevención primaria del tumor de vejiga.
  • Seguir una dieta equilibrada, sin abusar del café, y que incluya abundantes frutas y verduras.
  • Acudir al médico para diagnosticar y tratar correctamente cualquier infección de orina. Siempre que aparezca sangre en la orina se debe consultar aunque en la mayoría de los casos pueda deberse a problemas leves como infecciones. Los varones de edad avanzada sí deben ser sometidos a pruebas iniciales como la citología de orina y una ecografía para intentar detectar cuanto antes esta posibilidad.
  • Cumplir las normas de seguridad laboral para limitar la exposición a sustancias químicas que se asocian a la aparición de esta patología (ver apartado causas).
  • En casos de cáncer de vejiga en una misma familia, sería recomendable ponerse en manos de su médico para establecer un control periódico que incluya citología y ecografía con cierta periodicidad para su detección en el caso en que aparezca.

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD