Al diagnóstico de la ciática se llega por los síntomas que hemos señalado en el punto anterior, para ello el médico te preguntará sobre tus síntomas y la naturaleza (agudo, punzante, quemante) y localización del dolor, y si se irradia debajo de la rodilla, su inicio, duración, y cualquier factor que los alivie o agrave (movimientos, posturas, actividades), así como posibles antecedentes de lesiones en la espalda, enfermedades crónicas, o cirugías.
Pero conviene ir más allá e identificar la causa que la provoca y la zona donde se comprime el nervio. Para ello, se utilizan varias maniobras para desencadenar los síntomas y ayudar a localizar la compresión nerviosa, así como evaluar la función nerviosa, la fuerza muscular y los reflejos. En este sentido, hay una serie de pruebas sencillas que ayudan al médico en el diagnóstico de la ciática:
- Maniobra de Lasègue: con el paciente tumbado boca arriba se eleva la pierna extendida del lado afectado y luego dorsiflexiona el pie (dobla el pie hacia arriba). Cuando el dolor aumenta antes de elevarse más de 60º indica que se debe al nervio ciático, el cual se estira cuando realizamos esta maniobra. Se debe realizar en las dos piernas para comprobar que el dolor afecta sólo a uno de los nervios ciáticos. En personas ancianas es difícil llevar a cabo esta maniobra, ya que suelen tener problemas en la articulación de la cadera y se provoca dolor más fácilmente, aumentando el número de falsos positivos.
Prueba de elevación de pierna recta (SLR, por sus siglas en inglés): similar al anterior pero con alguna modificación. En este caso, el paciente se acuesta boca arriba y el médico levanta una pierna extendida (sin flexionar el pie) para inducir la flexión de la cadera mientras la rodilla se mantiene extendida por completo. Si el dolor ciático se reproduce cuando la pierna se eleva entre 30 y 70 grados, es un signo positivo de ciática. Puede indicar irritación del nervio ciático o una hernia de disco lumbar.
- Maniobra de Bragard: se realiza después de la maniobra de Lasègue y consiste en el mismo movimiento, pero cuando se llega al punto en el que aparecía el dolor dejamos de elevar más la pierna y empujamos la planta del pie flexionando el tobillo. Si aparece dolor apoya la sospecha de ciática.
- Exploración de la sensibilidad: el médico puede comprobar la afectación de la sensibilidad de la piel que inerva el nervio ciático comparándola siempre con el lado no afectado.
- Exploración de la fuerza muscular: del mismo modo el médico compara ambos lados del cuerpo para comprobar la fuerza muscular perdida. Un método más sencillo es hacer que el paciente camine. La ciática suele impedir caminar de puntillas o de talones, ya que los músculos que lo permiten no tienen la fuerza suficiente.
- Exploración de los reflejos tendinosos: cuando se da un golpe seco en los tendones se produce una contracción refleja del músculo al que pertenecen. Esto sucede gracias a que los nervios que forman este reflejo están sanos y durante la ciática puede desaparecer su capacidad para contraerse. El reflejo que el médico puede ver disminuido con más frecuencia durante un ataque de ciática es el reflejo del tendón de Aquiles en el tobillo. En la ciática invertida el reflejo rotuliano estará afectado.
Prueba de desplome: también conocida como "prueba de caída del pie" o "foot drop test", es una maniobra utilizada por los médicos para evaluar la presencia de debilidad muscular y daño nervioso en la ciática, específicamente en los casos en que puede haber compresión del nervio ciático que afecta los músculos responsables de la dorsiflexión del pie (levantar el pie hacia arriba), principalmente el músculo tibial anterior, que es inervado por la rama peronea del nervio ciático. Para llevarla a cabo el paciente se coloca sentado con las piernas colgando sobre el borde de una camilla o una silla alta, y las manos detrás de la espalda, y se le pide que se desplome hacia adelante e intente levantar el pie hacia arriba (dorsiflexión) contra la resistencia que el médico aplica con su mano. Si el paciente tiene dificultad para levantar el pie hacia arriba o no puede hacerlo en absoluto, esto se conoce como "foot drop" o "caída del pie". Este resultado positivo puede indicar una debilidad en los músculos dorsiflexores del pie debido a la compresión del nervio ciático, especialmente en su rama peronea.
Pruebas de imagen en el diagnóstico de ciática
Aunque las pruebas anteriores son útiles para el diagnóstico inicial, en algunos casos, el médico puede solicitar pruebas de imagen para confirmar el diagnóstico de ciática y planificar mejor el tratamiento a seguir. Por lo general, se requiere a ellas si hay indicios o "señales de alerta" de que la ciática puede ser causada por una enfermedad subyacente (infecciones, tumores malignos) en lugar de una hernia de disco. El diagnóstico por imágenes también puede estar indicado en pacientes con síntomas graves que no responden a la atención conservadora durante 6 a 8 semanas. En estos casos, se puede considerar la cirugía y utilizar imágenes para identificar si hay una hernia de disco con compresión de la raíz nerviosa y su ubicación y extensión:
- Resonancia Magnética (RM): proporciona imágenes detalladas de los tejidos blandos, incluyendo discos intervertebrales y nervios. Es útil para identificar hernias de disco, estenosis espinal y otras patologías de los tejidos blandos.
- Tomografía computarizada (TC): proporciona imágenes detalladas de las estructuras óseas y los tejidos blandos. Se utiliza cuando la RM no está disponible o no es posible.
- Electromiografía (EMG): evalúa la función eléctrica de los músculos y los nervios. Puede ayudar a determinar el grado de daño nervioso y la localización exacta de la compresión.
- Radiografía: se utiliza para ver la estructura ósea de la columna vertebral. Puede mostrar desalineaciones, fracturas o signos de desgaste.
Uso de IA en el diagnóstico de la ciática
Uno de los principales usos de la Inteligencia Artificial (IA) en el manejo de la ciática es en el diagnóstico y la predicción de la respuesta al tratamiento. Por ejemplo, los modelos de aprendizaje automático pueden analizar grandes cantidades de datos de pacientes, incluyendo imágenes de resonancia magnética, para identificar patrones que podrían no ser evidentes para los médicos humanos. Estas herramientas pueden mejorar la precisión del diagnóstico y predecir cómo responderá un paciente a ciertos tratamientos, optimizando así las decisiones clínicas.