Cuando se creía que el cólera había sido erradicado en Cuba porque hacía más de 100 años que no se diagnosticaba ningún caso, este verano se ha detectado un nuevo brote de esta enfermedad, y ya se han identificado 257 casos y han fallecido tres personas por su causa en la provincia de Granma.
Aunque la información ofrecida por el gobierno cubano al respecto es algo confusa –probablemente por el temor a las repercusiones que la epidemia podría tener sobre el turismo–, y no se sabe con seguridad cuántas personas han contraído ya la infección, el brote se detectó el pasado mes de junio en la localidad de Manzanillo, situada a 900 kilómetros de La Habana, y fue comunicado por las autoridades sanitarias del país el 29 de julio.
Las autoridades sanitarias internacionales recuerdan que las mismas precauciones que se toman habitualmente para evitar la diarrea del viajero sirven también para prevenir el cólera
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) está siguiendo la evolución de la epidemia en Cuba, así como la de otro brote que se ha producido en la República Dominicana, y que ha afectado al menos a 300 personas.
Especialistas del Hospital Clínic de Barcelona han advertido del peligro a las personas que vayan a desplazarse a Cuba, para que adopten las medidas preventivas oportunas con las que pueden evitar el contagio de esta enfermedad infecciosa, que se transmite debido a aguas contaminadas con residuos fecales que infectan el agua y los alimentos.
Las autoridades sanitarias internacionales recuerdan que las mismas precauciones que se toman habitualmente para evitar la diarrea del viajero sirven también para prevenir el cólera. Estas medidas consisten en consumir siempre agua embotellada –utilizándola incluso para lavarse los dientes–, y no ingerir alimentos crudos o aquellos que no ofrezcan garantías de haber sido preparados en unas adecuadas condiciones higiénicas, así como lavarse las manos con frecuencia.
Actualizado: 13 de septiembre de 2016