Causas del colon irritable

Aunque el mecanismo último del síndrome del intestino irritable (SII) no está aclarado del todo a día de hoy, se reconocen algunas causas del colon irritable que podrían explicar su aparición:

• Factores genéticos: existe cierta predisposición genética, ya que en algunos trabajos de investigación se han encontrado que los familiares de primer grado de los pacientes con este trastorno tienen el doble de probabilidades que los familiares del cónyuge del paciente, atribuyéndose así una agregación familiar al Síndrome del Intestino Irritable (SII). Aunque no se ha identificado un gen específico, hay factores hereditarios que podrían influir en el desarrollo de esta condición.
• Alteraciones de la motilidad gastrointestinal: se ha observado que las contracciones que presentan el colon y el intestino delgado en individuos con el síndrome de intestino irritable son cuantitativamente diferentes (muy rápidas –diarreas– o lentas –estreñimiento–) de las que presentan los individuos sanos. Estas variaciones pueden provocar los síntomas característicos del SII. Los pacientes en los que predomina la diarrea como síntoma presentan un tránsito acelerado en el intestino delgado o el colon; en otros pacientes en los que predomina, en cambio, el estreñimiento, se observa un tránsito lento. En la mayoría de los pacientes se produce un incremento de las contracciones en respuesta a estímulos medioambientales, como el estrés psicológico o determinadas comidas. La sensación de distensión abdominal se debe a un tránsito anormal del aire a lo largo del tubo digestivo o a la alteración de los procesos de fermentación bacteriana intestinal que conducen a una mayor producción de gas.  
• Hipersensibilidad visceral: estas personas presentan una respuesta exagerada a estímulos químicos o físicos a nivel del intestino que normalmente no causarían molestias, si se compara con individuos sanos. Asimismo, existe cierto paralelismo con estímulos no digestivos a otros niveles, por ejemplo, expresarían mayor dolor cutáneo a estímulos no necesariamente dolorosos.  
• Causas inflamatorias o infecciosas: en algunos pacientes se produce tras un episodio de diarrea infecciosa (gastroenteritis). Algunos microorganismos como la Shigella o el Campylobacter confieren mayor riesgo de SII tras una colitis por alguno de ellos. Aunque no es una inflamación evidente como en otras enfermedades inflamatorias, algunas personas con SII tienen niveles bajos de inflamación en el intestino que podrían contribuir al dolor y la sensibilidad.
• Causas psicológicas: parece existir mayor incidencia de SII en individuos con trastornos tales como el estrés, la ansiedad y la depresión, aquellos con tendencia a la somatización, y personas con miedo a padecer cáncer. Asimismo, las guías médicas sugieren que el estrés crónico o los eventos traumáticos, como tener antecedentes de haber sufrido algún tipo de trauma psicoafectivo previo como un abuso sexual, también pueden influir en el inicio de este síndrome.
• Alteraciones de la microbiota intestinal o sobrecrecimiento bacteriano: un desequilibrio en la microbiota intestinal, con una mayor presencia de ciertas bacterias o falta de diversidad, ha sido relacionado con el SII. Además, ciertos estudios sugieren que una infección gastrointestinal previa aumenta el riesgo de desarrollar SII. Este hecho cada vez se apoya más por algunas investigaciones, y por el hecho de los beneficios terapéuticos de algunos antibióticos. 
• Comunicación cerebro-intestino alterada: el eje cerebro-intestino es un sistema de comunicación entre el sistema nervioso central y el tracto gastrointestinal. Como apuntan algunos estudios científicos, en el SII, esta conexión parece estar alterada, lo que puede intensificar los síntomas de dolor o molestias digestivas. 
• Intolerancias alimentarias: aunque no todos los pacientes con colon irritable tienen alergias alimentarias, algunas personas experimentan síntomas tras el consumo de ciertos alimentos, como grasas, cafeína, alimentos ricos en FODMAPs (carbohidratos fermentables) o gluten.