El uso de lentes de contacto está recomendado también en esta época veraniega ya que, como explica Juan Carlos Martínez Moral, Presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, “proporcionan ventajas desde el punto de vista de la calidad de la visión, la comodidad de uso e, incluso, la seguridad a la hora de practicar la mayoría de deportes”.

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Y es que las altas temperaturas animan a refrescarse, divertirse y practicar deportes acuáticos en el mar o en la piscina. Sin embargo, en el caso de las piscinas, el calor y las sustancias químicas presentes en el agua suelen encontrarse detrás de muchos casos de conjuntivitis irritativas, víricas o bacterianas, propios de estas fechas. Ojos rojos, escozor, quemazón, hipersensibilidad a la luz, sensación de cuerpo extraño y lagrimeo, son algunos de los síntomas comunes que alertan de la presencia de conjuntivitis.

Precisamente por esto, las personas que usan lentes de contacto deben extremar la higiene para reducir ese riesgo, lavándose y secándose bien las manos antes de tocar las lentes y los ojos en el ambiente de las piscinas o zonas de baño ya que, según Martínez Moral “los usuarios de lentes de contacto son uno de los colectivos con más riesgo de poder padecer algún tipo de infección ocular en las piscinas”.

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Decálogo para el uso correcto de las lentes de contacto durante el verano

Para concienciar a la población sobre las claves y precauciones del uso de las lentes de contacto, el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas ha elaborado el siguiente decálogo:

  • Para prevenir la irritación del ojo, lo mejor es utilizar gafas acuáticas encima de las lentes de contacto para nadar y bucear y evitar el contacto de los ojos con el agua.
  • Después de bañarte o de practicar deportes acuáticos, procura enjuagar las lentes con la solución. De este modo, te aseguras de que quedan libres de los gérmenes que hayan podido alcanzar el ojo a través de alguna salpicadura de agua.
  • No es recomendable la extracción de la lente de contacto inmediatamente después de salir del agua. Lo mejor es esperar un tiempo para que la lente se vuelva a hidratar correctamente con la lágrima, de modo que recupere su movilidad en el ojo
  • Respeta las pautas de reemplazo de las lentes establecidas por tu óptico-optometrista o, lo que es lo mismo, no prolongues el uso de las lentes desechables más allá del tiempo recomendable.
  • Espera media hora por las mañanas para que tus ojos respiren antes de ponerte las lentes de contacto. Asimismo, al final del día, quítate las lentes al menos media hora ante de irte a dormir.
  • Dado que en verano sudamos más, debemos procurar que las gotas de sudor no entren en los ojos, ya que pueden contener bacterias. Además, resulta recomendable beber mucha agua para evitar la deshidratación derivada del calor.
  • El aire frío y seco del aire acondicionado puede provocar incomodidad con las lentes de contacto. Consulta con tu óptico-optometrista acerca del uso de gotas humectantes.
  • Si tienes los ojos hinchados, llorosos o rojos, deja de usar temporalmente las lentes de contacto hasta que vuelvan a la normalidad.
  • Utiliza únicamente las soluciones prescritas por tu óptico-optometrista para la limpieza y la desinfección, ya que el agua, sea del grifo o embotellada, contiene microorganismos que pueden resultar perjudiciales.
  • Gafas de sol, el complemento imprescindible. Las lentes de contacto suelen ofrecer protección frente a la radiación ultravioleta del sol, pero sólo cubren una zona reducida de la córnea, por lo que resulta imprescindible utilizar gafas de sol que abarquen toda la zona ocular anterior. Además, las gafas de sol amparan los ojos de los agentes alérgenos que flotan en el ambiente y del efecto secante del calor y del viento.

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Fuente: Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas

Actualizado: 16 de abril de 2019

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