Contusiones
Las contusiones debidas a golpes, caídas, o cualquier impacto que no ocasiona heridas abiertas, pueden ser leves, o provocar fracturas o lesiones internas. Aprende a distinguir su gravedad y cómo manejarlas.

Tipos de contusiones y síntomas

Por: Alicia Díaz

Enfermera, experta en Primeros Auxilios

Actualizado: 25 de septiembre de 2024

Una contusión es una lesión causada por un golpe directo o impacto sin que haya una ruptura visible de la piel. Se pueden clasificar las contusiones atendiendo a la intensidad del impacto y las estructuras afectadas, y la gravedad va desde la rotura de pequeños vasos, hasta la lesión de órganos o tejidos internos.

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Cada tipo de contusión requerirá de una atención y tratamiento diferentes.Mientras que una contusión mínima puede ser resultado de golpes leves y cotidianos, las contusiones de tercer grado o óseas son típicas de situaciones más graves y requieren mayor atención médica:

  1. Contusiones mínimas: no se consideran de riesgo y no precisan tratamiento. Debido al golpe se rompen pequeños capilares que provocan enrojecimiento local de la zona, llamado eritema, que desaparece al cabo de unos minutos. No son muy dolorosas, ni hay alteración funcional, y puede sentirse sensación de cosquilleo, como por ejemplo con una bofetada, o bien cuando te golpeas con una esquina o un objeto pequeño como una mesa o una puerta. 
  2. Contusiones leves o de primer grado: el golpe causa la rotura de capilares y algunos vasos sanguíneos locales y superficiales; en la piel aparece el típico cardenal de color rojo violáceo a causa de la salida de la sangre fuera del sistema circulatorio. Hay dolor sobre todo al tacto, y conforme pasan los días y se produce la degradación de las células sanguíneas, la lesión va cambiando de color, pasando del rojo al amarillento y, finalmente, desaparece al cabo de cuatro o cinco días. Un ejemplo sería el típico golpe en la rodilla, que se pone morada pero no genera molestias. Suele resolverse en una o dos semanas con medidas simples como el reposo, hielo y analgésicos leves. Pueden ocurrir durante la práctica de actividades físicas ligeras o deportes de bajo impacto (fútbol, running), o cuando te caes desde una baja altura (por ejemplo, te tropiezas y caes al suelo).
  3. Contusiones moderadas o de segundo grado: el impacto es más fuerte, y afecta a vasos mayores que al romperse provocan un acúmulo de líquidos en la zona lesionada, causando así un hematoma. Puede afectar músculos y tendones. Aparece dolor en la zona e hinchazón, con una coloración morada. Suele reabsorberse, aunque tarda algo más de tiempo en desaparecer que las leves. Pueda haber una disminución moderada de la funcionalidad y movilidad en la zona afectada debido al dolor y a la rigidez muscular, y una leve inflamación en las estructuras circundantes. Los deportistas suelen sufrir contusiones de este tipo, generalmente causadas por caídas o colisiones con otros jugadores, por ejemplo en deportes de contacto como el rugby, el fútbol americano o las artes marciales, o tras caídas desde una altura moderada, como al caer de una bicicleta.
  4. Contusiones graves o de tercer grado: aunque el golpe no dañe ni rompa la superficie de la piel, lesiona los vasos de manera que la sangre deja de irrigar la zona, lo que provoca la necrosis (o muerte) de los tejidos. En este caso, la zona lesionada estará fría, inflamada y dura. En estas contusiones el dolor es muy intenso y puede irradiarse a otras zonas cercanas, suele haber hinchazón severa e inmediata tras el impacto, hematoma profundo y extenso, que indica un daño importante en los vasos sanguíneos y tejidos, y puede haber limitación casi total del movimiento en la zona afectada. Este tipo de golpes suelen ocasionar también un daño extenso a músculos, tendones, ligamentos e incluso fracturas en estructuras óseas o articulaciones, e incluso puede haber daños en órganos internos (si la contusión es abdominal, por ejemplo), con síntomas adicionales como mareos, dificultad respiratoria o dolor abdominal agudo. Son la lesión más común de los accidentes de tráfico, y pueden darse también en otros accidentes graves como caídas desde una altura considerable o golpes directos con objetos pesados, como una barra de acero. Otro ejemplo típico de contusión de tercer grado es una contusión cerebral tras un golpe en la cabeza durante un accidente deportivo o de tránsito, que puede causar una conmoción cerebral y requiere atención médica inmediata.

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Creado: 25 de noviembre de 2013

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