Corte de digestión
La expresión 'corte de digestión' se utiliza para referirse a la parada súbita del proceso de digestión, que no solo ocurre tras meterse en el agua justo después de comer, sino que puede originarse por varias causas.

Signos y síntomas del corte de digestión

Por: Alicia Díaz

Enfermera, experta en Primeros Auxilios

Actualizado: 29 de julio de 2024

Los síntomas del corte de digestión provocan un gran malestar a quien lo sufre. Sólo fijándonos en la variedad de términos por los que se le conoce técnicamente podemos hacernos una idea clara de cómo se presenta esta circunstancia. Se le conoce como 'síncope termodiferencial', lo que implica una pérdida de conocimiento brusca al entrar en contacto con el agua fría procediendo desde un ambiente altamente caluroso. La persona se hunde a plomo por esta pérdida de conciencia sin posibilidad de braceo. También se conoce el corte de digestión como el 'ahogado blanco', significando la palidez tan llamativa que puede presentar el individuo indispuesto. 

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Antes de estas situaciones tan extremas, se pueden poner de manifiesto una serie de síntomas o signos característicos de estar sufriendo un corte de digestión como los siguientes:

  • Retortijones y dolor de estómago.
  • Mareos y vértigo: sensación de pérdida de equilibrio o de que todo da vueltas. Esto se debe a la alteración del flujo sanguíneo al cerebro.
  • Náuseas y vómitos: sensación de malestar estomacal que puede llevar al vómito. Este síntoma es causado por la respuesta del sistema nervioso al cambio brusco de temperatura.

  • Piel pálida y sudoración excesiva: la piel puede volverse muy pálida y fría al tacto. La sudoración fría es una reacción común del cuerpo al choque térmico. En ocasiones puede aparecer antes un enrojecimiento muy llamativo, incluso en forma de urticaria en algunas zonas.
  • Descenso de la tensión arterial y pulso debilitado.
  • Escalofríos y sensación de frío: a pesar de la temperatura del ambiente, la persona puede sentir un frío intenso y temblores, debido a la vasoconstricción y la pérdida de calor corporal. Otras veces se describe como hormigueos por las extremidades. 
  • Calambres o espasmos musculares: los músculos pueden contraerse involuntariamente, provocando dolor o molestias.

  • Visión borrosa.
  • Acúfenos o pitidos en los oídos.
  • Hiperventilación: respiración rápida y superficial que puede llevar a una sensación de falta de aire o de sofoco. Esto ocurre como una respuesta al estrés y al frío.

  • Taquicardia o bradicardia: aumento o disminución de la frecuencia cardíaca. El reflejo vagal puede causar una bradicardia (ritmo cardíaco lento) peligrosa.

  • Dolor de cabeza: el dolor de cabeza puede ser resultado de la alteración del flujo sanguíneo y del estrés físico.

  • Laringoespasmo: espasmo de las cuerdas vocales que puede causar una sensación de asfixia o dificultad para respirar. Es un síntoma peligroso porque puede llevar al ahogamiento.

  • Desmayo o pérdida de conciencia: en casos más graves, la persona puede perder el conocimiento. Esto se debe a la disminución del flujo sanguíneo cerebral debido al reflejo vagal.

  • En casos muy extremos que en raras ocasiones se dan, estos síntomas pueden llevar a una parada cardiorrespiratoria, lo que requiere intervención médica urgente.

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Si crees que estos síntomas encajan con tu cuadro médico, sal del agua de inmediato si te encuentras bañándote o cesa de realizar ejercicio si fuera el caso, y solicita ayuda médica. Es fundamental no ignorar los síntomas, especialmente si incluyen desmayo, dificultad para respirar o dolor en el pecho, ya que pueden ser signos de una condición grave.

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Creado: 16 de octubre de 2012

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